El grupo holandés sopesa devolver las ayudas con antelaciónEl grupo financiero holandés ING registró unas pérdidas netas de 851 millones de euros en el primer semestre del año frente al beneficio de 2.791 millones del mismo periodo del año anterior, pese a un fuerte segundo trimestre. El conglomerado bancario y de seguros, que se encuentra en la fase final de su reestructuración, ha acusado minusvalías por la venta de activos y otros extraordinarios, principalmente en los tres primeros meses. Durante el segundo trimestre, consiguió unas ganancias de 1.067 millones, lo que supone un aumento del 19 por ciento con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Estos beneficios no han sido suficientes para compensar las pérdidas registradas en marzo. La situación del grupo nada tiene que ver con la filial española, ING Direct, cuyo negocio se mantiene estable y creciendo. La entidad mejoró su base de clientes, hasta rozar los 3 millones, y sus activos se incrementaron un 8,6 por ciento, hasta los 38.600 millones gracias al tirón de los créditos. El grupo, pese a las pérdidas, valoró positivamente la evolución de la cuenta y expresó su voluntad de adelantar la devolución definitiva de las ayudas recibidas por el Estado holandés en 2008 por importe de 10.000 millones. La entidad anunció que "considerará la posibilidad de una devolución anticipada después de los resultados del análisis de calidad de los activos (AQR) y los test de estrés", que se conocerán en octubre. A día de hoy todavía tiene que reembolsar al Estado 1.025 millones del total de las ayudas y tiene de plazo máximo hasta mayo de 2015. El grupo, en un comunicado, indicó que su "prioridad" es la prioridad de la devolución cuanto antes, por lo que ha tomado la decisión de no repartir ningún dividendo este año. ING se ha visto obligado a separar algunas de sus actividades y a desprenderse de activos para cumplir con el plan de ajuste.