Ya suman cinco empresas en quiebra, cuatro en Luxemburgo y una en PortugalComo si de un laberinto de piezas de dominó se tratase, las filiales del conglomerado financiero de la familia Espírito Santo caen una detrás de otra. El holding, que controla el 20 por ciento del BES, declaró el viernes por la noche el concurso e insolvencia de dos filiales más: Espírito Santo Financial Portugal y Esfil - Espírito Santo Financière. Estas sociedades siguen así los pasos de los tres holdings principales del grupo familiar (Espírito Santo International, Rioforte y Espírito Santo Financial Group) que a mediados de julio solicitaron en los juzgados de Luxemburgo la "gestión controlada", una figura jurídica que es similar al concurso de acreedores. El grupo luso, que ha reconocido la quiebra de una empresa en Portugal por primera vez (las otras cuatro tienen sede en Luxemburgo), envió un comunicado a la CMVM, la CNMV portuguesa, en el que solicitaba la insolvencia para Espírito Santo Financial Portugal (ESFP) con el objetivo de "encontrar la mejor forma de lidiar con las circunstancias que han llevado a la empresas a incumplir sus compromisos" de deuda y financieros, asegura el grupo. Espírito Santo Financial de Portugal es una sociedad holding, filial al cien por cien de Espírito Santo Financial Group, creada con el objetivo de permitir al imperio familiar, que tras la revolución del 25 de abril se llevó todos sus activos a Luxemburgo y Suiza, participar en la privatización del Banco Espírito Santo, que fue nacionalizado tras la revolución de los Claveles, y de la compañía de seguros Tranquilidade. La familia, que actualmente está apartada de todos los cargos directivos del banco luso, posee a través de esta sociedad de inversión un 19,1 por ciento de BES y el 45 por ciento de Partran, que a su vez ostenta el cien por cien de Tanquilidade. Y es justo esta filial aseguradora uno de los negocios que la familia Espírito Santo puso en venta para tratar de solucionar la crisis financiera a principios de julio. Espirito Santo Financial Group (ESFG) sondeó el interés de empresas españolas para vender Tranquilidade, una operación que le podría generar una caja de 350 millones de euros a la familia del grupo luso. El conglomerado industrial y financiero también puso a la venta sus hoteles ante los problemas de liquidez, que finalmente le llevaron a declararse en concurso de acreedores. Además de la filial financiera con sede el Portugal, la familia solicitó el viernes la "gestión controlada" de Esfil - Espírito Santo Financière. Esta firma es una filial de ESFG que se centra en los intereses financieros del grupo en Francia y Suiza y es responsable de proveer servicios financieros a los intereses no financieros del grupo Espírito Santo, según informó la compañía a la CMVM. Fue el germen de los problemas financieros a los que hoy se enfrenta el BES. "Esfil - Espírito Santo Financière, una filial propiedad integra de ESFG, ha solicitado en los juzgados de Luxemburgo la gestión controlada después de concluir la entidad que no es capaz de cumplir" con sus obligaciones de deuda, informa en un comunicado a la CMVM. ESFG explica que la gestión controlada es una figura a la que se puede acoger una compañía en circunstancias en las que existe una perspectiva de futuro para el negocio, que atraviesa dificultades momentáneas y no es capaz de hacer frente a sus obligaciones, y que tiene como objetivo facilitar su reestructuración. Asimismo, subraya que este procedimiento facilitaría una materialización ordenada de los activos en el mejor interés de todos los acreedores y que hasta que se concluya el proceso quedan paralizadas todas las acciones iniciadas por los acreedores. Es decir, que no se pagará ninguna deuda hasta que no concluya el proceso. Semanas antes de estas dos solicitudes, el holding Rioforte y Espírito Santo International, que son las cabezas del entramado empresarial, solicitaron formalmente acogerse la "gestión controlada". La decisión correspondía a la dificultades de ambas sociedades de hacer frente a sus vencimientos. No en vano el pasado día 16, Rioforte no reembolsó a Portugal Telecom (PT) los 847 millones de deuda que vencían en esa fecha.