La inmobiliaria cae un 34,6% más que en el mismo periodo del año pasadoLa inmobiliaria Reyal Urbis no parece levantar cabeza. Mientras está elaborando la propuesta de convenio de acreedores para salvar la compañía de su agujero patrimonial de 1.700 millones, Reyal comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pérdidas de 435,3 millones de euros en el primer semestre del año. Estos datos suponen un incremento del 34,6 por ciento de los números rojos registrados en el mismo periodo del año anterior. La compañía presidida por Rafael Santamaría argumenta que el motivo es que han tenido que afrontar mayores gastos financieros en relación al concurso de acreedores (en el que llevan inmersos más de un año), las provisiones y a la debilidad de la demanda de la vivienda. De hecho, las cuentas de Reyal recogen el coste de 4,53 millones que supuso el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) realizado en la empresa para 68 trabajadores, casi la mitad de la plantilla, además de provisiones por deterioros por importe de 334,16 millones de euros. Sin embargo, las pérdidas se han visto compensadas por las condonaciones de deuda registradas de forma asociada a la venta de terrenos y a la entrega de llaves de algunos inmuebles terminados. Según la información que la inmobiliaria transmitió a la CNMV, el gasto financiero neto ascendió a 55 millones de euros, frente a los 35 millones del ejercicio anterior, debido al incremento en los retrados de pago de deuda por intereses indemnizatorios. Por otro lado, el resultado de explotación registró una pérdida de 374 millones, un 30,3 por ciento más que un año antes, mientras que la cifra de negocio se incrementó un 53 por ciento, hasta los 50 millones de euros. El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en un importe negativo de 374,05 millones. La línea de promoción residencial registró un alza del 8 por ciento hasta los 12 millones de euros y ha entregado setenta unidades sobre rasante. Además, se registraron transacciones de ventas de terrenos y solares por un importe total de 23 millones de euros. Por otro lado, los ingresos por arrendamiento del patrimonio en renta fueron de 4 millones, a los que habría que añadir 11 millones obtenidos por la actividad hotelera -estas cifras son un 30 por ciento inferiores a las del mismo periodo del 2013-. En cuanto a las provisiones, a 30 de junio de este año, el grupo mantenía una provisión por deterioro de activos intangibles de 15,5 millones para adecuar el valor contable de sus activos al valor de mercado y de 4,1 millones para inmovilizado material. Durante el primer semestre de este ejercicio se dotaron provisiones por depreciación de inversiones inmobiliarias por un importe de 13,8 millones y se han revertido provisiones por 1,2 millones de euros.