El grupo español pretende adquirir a su socio y rival mexicano para frenar a Slim Telefónica ha acelerado las conversaciones con el operador mexicano Iusacell, iniciadas a finales del año pasado, pero sin que hasta el momento se vislumbre un acuerdo inminente de compra o fusión, según ha podido saber este periódico. La sintonía entre el grupo español y la tercera compañía de móviles azteca cada vez es mayor, pero aún falta un último impulso capaz de concretar una operación que permitirá a Telefónica crecer en el negocio del móvil y la televisión mexicana. Por lo pronto, la CNMV pidió ayer explicaciones a la teleco española respecto a una información publicada por elConfidencial donde se afirmaba que Telefónica ultima la fusión con Iusacell. Ante la presión del supervisor español de los mercados, la compañía que preside César Alierta respondió con un hecho relevante en el que reconoce la existencia de "un proceso de negociación, no habiéndose alcanzado ningún acuerdo al respecto". Este diario informó en exclusiva el pasado 6 de febrero sobre las relaciones entre Telefónica y Iusacell, desvelando las conversaciones entre la multinacional española con los grupos Televisa y Salinas para plantear batalla al imperio local de Carlos Slim. Los bancos Santander y BBVA participaron en los contactos entre las dos compañías desde finales del año pasado. Desde entonces, los analistas han seguido al detalle cualquier movimiento que trasladará el proceso global de la consolidación de las telecomunicaciones sobre suelo americano. En la actualidad, el mercado azteca de la telefonía móvil está dominado por Telcel, de América Móvil, con más del 70 por ciento de cuota, frente al 19 por ciento de Movistar y el 8 por ciento de Iusacell. Con semejante reparto, no parece que la consolidación promovida por Telefónica y Iusacell pueda toparse con problemas de competencia. No obstante, esa configuración del mercado mexicano del móvil está condenada a cambiar en los próximos meses con la aplicación de la nueva regulación en el sector de las telecomunicaciones (IFT). Dicha normativa obligará a Slim a ceder o vender parte de sus activos hasta abandonar la posición de dominio que actualmente atesora en ese sector. En cuanto el magnate mexicano cumpla estas condiciones, optaría a ganar una de las futuras licencias de televisión de pago en el plazo de dos años. En ese más que probable escenario, América Móvil se convertiría en un temible competidor para Televisa, copropietario de Iusacell. Así ya lo valoró en noviembre de 2013 Eduardo Ruíz Vega, responsable de regulación del Grupo Salinas, quién declaró a Bloomberg que "una fusión entre Telefónica y Iusacell será un paso natural en la consolidación de la industria de telecomunicaciones en México, la cual tendrá como principal objetivo el competir con América Móvil". Ambas compañías ya son socios desde hace más de dos años, cuando firmaron una alianza estratégica "para ofrecer la red más grande y rápida del país", con un pacto de compartición de infraestructuras de telefonía móvil de 4G, fibra óptica y puntos de acceso WiFi que beneficiarían a más de 27 millones de usuarios. Mayor margen de crecimiento El margen de crecimiento de Telefónica en México es el mayor de los que dispone en el continente Latinoamericano, ya que en ningún otro país existe tanta distancia entre el líder del mercado y la filial local de Telefónica. El comunicado de la multinacional española apenas afectó ayer en su cotización, en una jornada en la que repuntó el 0,28 por ciento, hasta los 12,36 euros, mientras que el Ibex 35 se revalorizó el 0,33 por ciento.