La entidad no moverá ficha en Sanpaolo IMI hasta ver cómo marcha la fusión con IntesaMADRID. Wait and see (esperar y ver). Ésta es la decisión que ha tomado el Banco Santander en el italiano Sanpaolo IMI, donde su participación del 8,4 por ciento se diluirá al 4,2 por ciento tras su fusión con Banca Intesa. Y pasará de ser el segundo accionista del Sanpaolo al quinto en el nuevo grupo. Pero, de momento, Santander no se ha pronunciado sobre esta pérdida de peso. Lo que sí ha criticado son los términos económicos de la operación: 3,1 nuevas acciones de Banca Intesa por cada título de Sanpaolo. El consejero delegado del Santander y miembro del consejo de Sanpaolo, Alfredo Sáenz, ya mostró en la reunión del pasado sábado del banco italiano su desacuerdo con este canje de acciones. Y ayer lo confirmaron fuentes oficiales del Santander: "Sanpaolo es el mejor banco de Italia y su valoración no está suficientemente reflejada en la ecuación de canje", explicaron. Y cree que se debería revisar el canje provisional del proyecto de fusión, aprobado por unanimidad el pasado sábado por los respectivos consejos de los bancos italianos. A pesar de su disconformidad, el banco presidido por Emilio Botín mostró su apoyo a la fusión ya que "es la mejor operación que se podía hacer y es buena para Italia y para el sistema financiero", al crear un gigante bancario con una capitalización bursátil de 65.000 millones de euros. "A diferencia de la operación que se planteó entre Sanpaolo y Dexia, el actual proyecto de fusión tiene el apoyo del Banco Santander", subrayaron las fuentes del banco. Maximizar la inversiónCon todo esto, Santander "tomará en su momento la decisión que corresponda con el objetivo de maximizar la inversión realizada" en el banco italiano. Si la balanza se inclina sobre la opción de vender su 8,4 por ciento, la entidad española se embolsaría unas plusvalías de unos de 1.200 millones de euros. Ayer también habló el presidente de Sanpaolo, Enrico Salza, quien aseguró al diario La Repubblica que no está previsto planes de reestructuración tras la fusión. "Sólo será necesario algún retoque de pequeña entidad, indicó. Salza, que será uno de los presidentes del nuevo grupo, trató de calmar las inquietudes de los sindicatos: "Con todo lo que hay que hacer se necesita mucha gente". Sin embargo, para evitar infringir las leyes sobre monopolio el nuevo banco tendrá que prescindir de muchas filiales.