El director de cine Eric Lavaine acaba de estrenar ayer en España su nueva película Barbacoa de Amigos, una comedia francesa, fresca y ligera, idónea para sobrellevar mejor el calor de estos días de verano. ¿Qué mensaje busca trasmitir con 'Barbacoa de Amigos'? Quiero hacer ver que la amistad, al igual que el amor, hay que cuidarla. He querido contar la historia de mi grupo de amigos, mostrándo algo más personal que en mis otras películas. Después de 20 años de amistad, muchas veces surgen tensiones y envidias, y alguien que antes era muy divertido se puede convertir en la persona más aburrida del mundo. ¿No es un mensaje un poco pesimista? Es realista. Hay cosas muy positivas sobre los amigos; nos reímos, nos divertimos, compartimos cosas con ellos, pero con el paso del tiempo el grupo de amigos experimenta cambios. Por ejemplo, la persona que con 45 años no tiene hijos se la puede identificar como alguien aburrido e insípido. Por otro lado, hay una tendencia a no disfrutar de los nuevos momentos, a no vivir suficientemente lo que nos pasa, y hay que hacer justo lo contrario: vivir cada experiencia como algo único de lo que acordarse siempre. ¿Cómo se hace reír mientras se habla de problemas económicos e infidelidades? Se trata de contar las cosas de forma graciosa y que parezca que algo es bueno aunque no lo sea. El humor es mi manera de comunicarme, y con ello quiero que la gente se divierta durante la película. El cine español vive un momento complicado, ¿cómo ve la industria cinematográfica en Francia? En Francia el cine está muy regulado. Por cada película hay un porcentaje de ingresos que retornan al Centro Nacional de Cine, lo que permite volver a financiar las películas. Esto pone nerviosos a los americanos, porque supone tomar parte del dinero que deja esta película para que vuelva al cine francés, es lo que se llama la excepción cultural, y el hecho de que ésto no exista en España o en Italia ha matado el cine. ¿Es difícil competir con el cine norteamericano? Totalmente. A mí me encanta el cine americano, pero son demasiado poderosos. Además tienen el monopolio de la lengua. Por eso tendría que haber más cine español, italiano o alemán. Es cierto que en Francia las películas nacionales tienen mucho éxito, la parte de mercado en Francia es de un 45 por ciento mientras que en España no debe de estar muy alto, por eso creo que es necesario volver a lograr el gusto por la cultura. ¿Qué es lo más importante a la hora de dirigir una película? La gestión humana en el rodaje es fundamental. A cada persona hay que darle la impresión de que es la más importante.