P rácticamente desde que Estados Unidos se toma en serio tanto los Juegos Olímpicos como la Copa del Mundo de Baloncesto, sus participaciones en ambos torneos se cuentan por victorias. La reacción a la debacle de los juegos de Atenas en 2004, cuando sólo pudieron hacerse con el bronce y perdieron tres encuentros, fue convocar a los mejores, implicarles en el proyecto y poner a las estrellas al servicio del equipo. Dos años después, Grecia les sorprendió en las semifinales del campeonato que coronaría a España como campeona del mundo. Pero desde aquel momento el Team USA no ha vuelto a perder un solo partido. Repasando los nombres que defenderán la corona mundialista ganada en Turquía hace cuatro años, no queda otro remedio que volver a considerar a los norteamericanos como los clarísimos favoritos a revalidar el título. Aunque en el conjunto estadounidense hay algunas ausencias notables (principalmente LeBron James), la mayoría de los jugadores que han confirmado su presencia en el campeonato son estrellas de primerísimo nivel, con enormes sueldos y numerosos contratos publicitarios de lo más lucrativos. Quizás a algunos de ellos jugar durante el campeonato del mundo en España les sirva para darse a conocer a nivel internacional y ampliar su cartera de patrocinadores como hizo en su día Kobe Bryant, que anuncia a Turkish Airlines, Lenovo, Panini o Hublot, por poner algunos ejemplos. Sin primas por ganar James, Bryant o Westbrook son las ausencias más sonadas de Estados Unidos. Esto se debe a que allí es complicado entender el concepto de selección nacional tal y como se interpreta en Europa. Hace dos años, algunos jugadores ya solicitaron que se les pagara por jugar con el Team USA. La selección estadounidense no da primas por victorias y los jugadores sólo perciben una pequeña cantidad en concepto de dieta cuando están concentrados. Pero hay más. David Stern, el máximo responsable de la NBA hasta hace sólo unos meses ya lanzó una idea: no permitir que a los Juegos Olímpicos acudan jugadores mayores de 23 años y que las grandes estrellas de la NBA sí disputen el Mundial. ¿El motivo? Que el Comité Olímpico Internacional no reparte beneficios ni les permite explotar sus patrocinios, mientras que la FIBA, organizadora del Mundial, sí lo hace. Durant S.A. La gran figura norteamericana es Kevin Durant, último MVP de la temporada NBA y una de sus figuras más pujantes, que representa a una nueva generación de estrellas. El alero disparó su cotización tras convertir a los Oklahoma City Thunder en uno de los mejores equipos de la liga estadounidense, y firmar por la agencia de representación Roc Nation Sports, que pertenece al rapero Jay-Z. Fue entonces cuando patrocinadores como BBVA, 2K Sports, Skullcandy o Sprint le usaron como reclamo publicitario. Incluso tiene una línea de zapatillas exclusiva de Nike. Además de él, en el Team USA figuran otros cracks como Blake Griffin, Kevin Love, Kyrie Irving o James Harden. Todo lo que no sea que ganen cada encuentro a disputar y se cuelguen el oro supondría una sonora sorpresa. España al acecho En los últimos ocho años, sólo hay una selección que ha llevado realmente al límite a los estadounidenses. España ha sido finalista en los dos últimos Juegos Olímpicos, y hubo momentos en los que amenazó seriamente la victoria norteamericana. Ante el reclamo de la Copa como anfitriones y con las lesiones habiendo respetado a todos los jugadores, las grandes figuras del equipo estarán en la cita. Comenzando por los hermanos Gasol, Ricky Rubio y José Manuel Calderón, que triunfan en la NBA, Juan Carlos Navarro (que pasó allí una campaña y es una leyenda en el Barça), Felipe Reyes, Sergio Rodríguez, Víctor Claver y compañía. Si en todos los pronósticos los estadounidenses parten en primera posición, la selección española es de forma casi unánime la número dos. Más allá de ellos, las previsiones son mucho más variables. Francia, actual campeona de Europa, no contará con su gran figura, Tony Parker, pero es la que más jugadores NBA presenta al torneo a excepción de USA. Argentina tiene experiencia y carácter, Brasil es un talento emergente, y clásicos como Lituania, Grecia o Serbia siempre pueden dar una sorpresa.