Culmina una operación que le abre la puerta de 7,2 millones de hogares potencialesVodafone España prevé formalizar hoy la compra de Ono, operación que anunció hace 19 semanas y media y que representa el inicio de una nueva etapa en la compañía de telecomunicaciones. En un tiempo récord para este tipo de transacciones, la filial española del gigante británico ha logrado encajar todas las piezas regulatorias y cumplir sus previsiones al pie de la letra. El gran reto de Vodafone consiste en responder a las ofertas convergentes de Telefónica con unas ofertas unificadas que estén a la altura de las expectativas del mayor operador del continente. La aventura comenzó el pasado 17 de marzo, cuando se anunció el acuerdo de compraventa, a cambio de 7.200 millones de euros, libre de deuda. Casi cuatro meses después, el 14 de julio, el camino quedó despejado después de que la Comisión Europea aprobara la operación sin necesidad de condiciones. En ese momento, la compañía ya confirmó que tanto los clientes de Ono como los de Vodafone "seguirán disfrutando de los mismos servicios que tenían contratados hasta la fecha y gozarán de las mismas líneas de soporte, servicio e información que venían utilizando habitualmente". De lo anterior se desprende que, en el corto plazo, la teleco no contempla realizar cambios en su organización. Según explicaron los responsables de Vodafone durante la presentación del acuerdo de compraventa, "la red de Ono es complementaria con el programa de construcción de una red FTTH mutualizada que Vodafone está desplegando en España en alianza con Orange". A partir de ahora, el objetivo de Vodafone consiste en ofrecer los servicios más completos de comunicaciones convergentes -voz, Internet y TV de pago- sobre la infraestructura 4G de Vodafone, la red de fibra de Ono y la que está desplegando Vodafone en alianza con Orange. Empieza la digestión Con vistas al futuro inmediato, la compañía trabajará en la integración de su estructura con la de Ono, tarea que se presume especialmente compleja debido a la magnitud de ambas empresas. Al mismo tiempo, los directivos de la reforzada Vodafone acelerarán en lo posible el lanzamiento de una oferta comercial conjunta, ahora ante un mercado potencial de más de 7,2 millones de hogares (residencias a las que accede Ono a través de su infraestructura de cable), lo que representa casi el 41 por ciento de los hogares españoles. Según indican fuentes del sector, el primer producto convergente de la nueva Vodafone-Ono podría ver la luz a principios del próximo otoño. Los expertos consultados por elEconomista aventuran posibles dificultades en Vodafone para integrar sus estructuras, sin que en el proceso se resienta la calidad en las relaciones con los clientes, tanto en aspectos técnicos como comerciales. "Se trata de una consolidación que afecta a decenas de miles de clientes de diferentes tecnologías, ADSL y cable, con la complejidad que ello supone", indican. También se espera una digestión complicada en asuntos laborales, con la integración de dos empresas en la que posiblemente se producirán solapamientos. Pese a ello, fuentes de Vodafone apuntaron en su día que se trata de "dos plantillas muy complementarias", tal y como apuntaron a los pocos minutos de anunciar el acuerdo con los dueños del operador de cable. Ono es el actual líder del mercado de banda ancha ultrarrápida en España, con la red de fibra (NGN) más extensa del país, con cerca de 7,2 millones de hogares comercializables y con 1,9 millones de clientes en 13 de las 17 comunidades autónomas (no ofrece sus servicios en las comunidades de la Cornisa Cantábrica, donde ya operan Euskaltel, Telecable y R), con acceso a más de 300 municipios.