En España, los usuarios de banca electrónica crecieron hasta un 45,9% en 2013La tecnificación del mundo contemporáneo ha llegado a la banca y lo ha hecho para quedarse. Los datos más recientes, recabados por la Asociación de Banqueros Británicos y Ernst & Young, elevan a la barrera de los 1.000 millones de libras (1.256 millones de euros, aproximadamente) las transacciones que se efectúan cada día en Reino Unido, un aumento significativo en relación al pasado año, cuando el montante a la semana alcanzaba los 5.800 millones (7.300 millones de euros, aproximadamente). El informe no especifica cuántas de estas operaciones corresponden a terminales de móvil y cuántas a ordenadores. La tendencia indica que la preferencia por emplear los teléfonos ha aumentado significativamente pero, a la vez, existe cierta inclinación por limitar las grandes operaciones a los ordenadores. Los británicos siguen considerando que para decisiones de calado, como solicitar una hipoteca o efectuar importantes transacciones, sus computadores inspiran más confianza. Esta primacía, sin embargo, podría tener los días contados. El estudio revela que, sólo este año, se han descargado unas 15.000 aplicaciones de móvil bancarias. En una población de más de 60 millones de personas, el volumen total asciende a los 14,7 millones, un número significativo que cobra su dimensión real al comprobar el aumento de 2,3 millones sólo desde enero. La principal ventaja a favor de las aplicaciones de móvil es la comodidad. Permiten comprobar el balance de las cuentas, o efectuar transferencias que, de momento, son de menor entidad. Aún así, los expertos aseguran que las oficinas, por ahora, no tienen que ir pensando en echar el candado, ya que siguen siendo la referencia para créditos, o revisiones integrales de su situación financiera. El caso de España En nuestro país, la banca en Internet también está cogiendo fuerza y ganando protagonismo. Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de usuarios de la banca digital en España creció el pasado 2013 hasta un 45,9 por ciento, desde el 45,4 por ciento del año 2012. No obstante, en nuestro país se mantiene la misma tendencia que en Reino Unido y existen muchos usuarios que aún desconfían de las nuevas tecnologías para tomar las decisiones importantes como contratar nuevos productos o solicitar créditos e hipotecas. Según un informe de Utilización de Banca Online de Bankimia, mientras que los consumidores eligen la banca digital para operaciones bancarias como consulta de saldo (97 por ciento), transferencias (83 por ciento) o solicitar información (78 por ciento); en momentos puntuales, como en la contratación de productos o en la comunicación de quejas, los usuarios prefieren la banca offline (29 por ciento y 54 por ciento, respectivamente). Pese a todo, la banca digital está incorporándose cada vez más a nuestra vida diaria. Prueba de ello es que un 76 por ciento de los encuestados por Bankimia utiliza la banca electrónica de su entidad de manera frecuente y un 12 por ciento nunca acude a las oficinas. Previsiones a nivel mundial Como en el caso de Reino Unido y España, las previsiones sobre la banca digital a nivel mundial también son reveladoras. Según la Encuesta Mundial de Banca Digital, elaborada por PwC, los usuarios de la banca móvil se incrementarán un 64 por ciento hasta 2016. En cuanto a otro tipo de canales, los consumidores de banca a través de redes sociales y banca online también registrarán importantes subidas, un 56 por ciento y un 36 por ciento, respectivamente. Sin embargo, esta situación irá en detrimento de otros canales tradicionales como las sucursales y la banca telefónica, cuyos usuarios caerá un 25 por ciento y un 13 por ciento, respectivamente. En cuanto al impacto de lo digital sobre la cuenta de resultados de las entidades, el 63 por ciento de los encuestados espera que los ingresos procedentes de los canales digitales crezcan por encima del 6 por ciento. De momento, tendremos que esperar algunos años para conocer el alcance real de esta nueva modalidad bancaria y si las entidades saben adaptarse a los nuevos tiempos y las tecnologías.