El ministro de Industria, José Manuel Soria, volvió ayer a Madrid después de un periplo de dos días por las Islas Canarias para firmar un acuerdo con el presidente del Banco Santander, Emilio Botín y para poder acudir al consejo de ministros deliberativo que se celebrará hoy con el Rey Felipe VI. Soria ha aprovechado su viaje para defender el proyecto de exploración de Repsol, tal y como siempre ha hecho desde que llegó a su cargo. El ministro ha vuelto a poner el caramelo en la boca del presidente de Canarias, Paulino Rivero, al recordarle que su departamento está dispuesto a promover un tasa que grave los hidrocarburos y que parte de esta cantidad puede revertir en las arcas de la propia comunidad, una región con una economía delicada. Soria ha subrayado que las prospecciones que Repsol pretende acometer al este de Fuerteventura y Lanzarote no se realizan "en Canarias", sino en aguas de jurisdicción española en el Atlántico, lo que poner en duda su propio argumento anterior. Ante este extremo, Soria tuvo que añadir que al ser "la comunidad más próxima", evidentemente, "sería la más beneficiada, tanto desde el punto de vista de los ingresos fiscales que obtendrían los ayuntamientos, los cabildos y la administración regional y, sobre todo, por la cantidad de actividad logística, portuaria, industrial, de servicios, hotelera, etc. que se generaría en los puertos del archipiélago". El ministerio, tal y como desveló este diario, ha enviado a las partes implicadas el borrador de su propuesta de resolución en la que decide autorizar las prospecciones sin esperar a las alegaciones que se puedan presentar. Para justicar esta situación, el ministro aseguró el miércoles que se trataba de un "procedimiento reglado" y explicó que había enviado el documento tanto al Gobierno canario como a Repsol. El ministro además se ha dedicado en las últimas semanas a explicar su posición con Canarias con nu mayor ahínco, si cabe, ante la cercanía de la autorización, un extremo que puede producirse a finales de mes. El presidente canario, Paulino Rivero, tampoco se ha quedado quieto y ha iniciado una ronda de contactos con los accionistas de la petrolera para tratar de frenar las prospecciones en un intento desesperado por paralizar con presiones políticas lo que no ha logrado en los tribunales. España debe realizar una apuesta por desarrollar sus fuentes de energía autóctonas. Esta afirmación, que es del todo correcta, debería tenerla el ministro también en cuenta cuando se ponga a regular el autoconsumo energético. El Gobierno deberá jugar con la misma baraja que ahora utiliza con el petróleo cuando los consumidores quieran instalar sus propias placas fotovoltaicas en sus casas. Habrá que respetar las fuentes autóctonas.