El supervisor denunció en 2010 obstáculos y "retrasos" en los datos que solicitaba a la cajaLa mano derecha de Miguel Blesa en Caja Madrid, Matías Amat, aseguró ayer en la Audiencia Nacional desconocer que el Banco de España hubiera cuestionado su falta de colaboración durante las inspecciones a Bankia y le hubiera acusado de implantar una "cultura" de "dificultades" y "retrasos". Amat, que tras ocupar el cargo de director de Negocio en la caja madrileña asumió el de director general de la matriz de Bankia, BFA, declaraba como testigo por las supuestas irregularidades en la fusión y salida a bolsa del grupo. Amat fue interrogado por un informe de inspección, donde el Banco de España lamentaba en diciembre de 2010 los "retrasos" y "dificultades" en facilitarles documentación, indicaron fuentes jurídicas, según Efe. "Hay que destacar las dificultades y retrasos en obtener cierta información en el marco del seguimiento, y que acaban entregando después de meses y de realizar fuertes presiones (se produce más en el área financiera que en la de riesgos). Se trata de una cultura implantada desde la dirección general adjunta (antes Matías Amat y ahora Ildefonso Sánchez Barcoj) que es admitida (en petit comité) por los interlocutores del equipo", rezaba el informe. Amat negó conocer esas acusaciones y aseguró que su relación con la inspección siempre fue "cordial y colaboradora". El exdirectivo tampoco pudo explicar cómo los 5.000 millones de patrimonio neto aportado porCaja Madrid acabó perdiéndose, tras el rescate a la entidad. Amat, que se acogió en 2011 a las prejubilaciones del grupo, recibiendo por ello 6,16 millones, negó responsabilidad como director general de participadas en la Corporación Cibeles y en City National Bank de Florida. Así, no pudo explicar el deterioro de más de 700 millones sólo en participadas tras la entrada de José Ignacio Goirigolzarri, y defendió que la situación era "correcta" a su salida.