Se aplicará de forma voluntaria y se sumará al antiguo recorte de 3.141 empleadosPese a que este ejercicio espera volver a la rentabilidad, tras varios años de travesía por el desierto, la cúpula de IAG no da respiro a Iberia y continúa su reestructuración, recortando plantilla para reducir excedentes y lograr que los costes laborales y la productividad hagan viable a la aerolínea. El resultado objetivo de esta política es que ayer anunció un nuevo ERE -independiente al que ya existe-, que afectará a otros 1.581 empleados. Este expediente se suma al que está en marcha y que supone la salida de 3.141 trabajadores, una operación que tiene de plazo hasta el 31 de diciembre de 2015, pero que a día de hoy prácticamente está finiquitada con la salida de la mayoría de los empleados previstos. Según un comunicado oficial de IAG, el holding que agrupa las marcas British Airways, Iberia y Vueling, ayer comunicó de manera oficial la decisión a sus empleados y representantes sindicales y se abre ahora un periodo de consultas, que durará 30 días, explica a este periódico un portavoz del grupo. Tierra, la más afectada Aunque no se especifica a qué porcentaje de empleados de cada unidad de negocio le afectará, Iberia confirma que el colectivo de tierra (el más grande del grupo) será el más afectado. La aerolínea española registraba una plantilla de 18.000 empleados a 31 de diciembre de 2013 por lo que, tras la aplicación de este nuevo ERE en la empresa, esta cifra se reducirá muy por debajo de los 17.000 trabajadores tras haber despedido en dos tandas a más de 4.700 empleados. En una entrevista con elEconomista, publicada a finales de abril, Luis Gallego, presidente y consejero delegado de Iberia, reconocía que la reestructuración del grupo no había finalizado. Sin embargo, desde la cúpula de IAG se han mandado varios mensajes durante los últimos meses de que Iberia había vuelto a recuperar la senda del crecimiento y que preveían que este ejercicio finalizara en números negros. Sin ir más lejos, ya lo vaticino su consejero delegado, Willie Walsh, en una conferencia de prensa en octubre del año 2013. Y a tenor de los datos podría ser así. En el primer trimestre de este ejercicio, tradicionalmente el peor del año para las líneas aéreas, la compañía con sede en Barajas registró unas pérdidas de 111 millones de euros, un mal resultado a priori, pero mucho mejor del contabilizado en 2013, año en el que sufrió unos números rojos en el mismo periodo de 202 millones de euros. Los datos del primer semestre, que se harán públicos el próximo 1 de agosto, serán claves para saber si se confirma la recuperación de la aerolínea o habrá que esperar al próximo ejercicio. Pase lo que pase, la segunda tanda de despidos ya no tiene marcha atrás.