Álvaro García Linera negociará directamente con las multinacionales los nuevos contratosmadrid. Siempre a la sombra del halo de popularidad de Evo Morales, hay muchos que piensan que Álvaro García Linera es el verdadero cerebro del movimiento. El vicepresidente del Gobierno de Bolivia ha movido desde el primer momento las cuerdas de la marioneta de la nacionalización de los hidrocarburos y ahora, en el último acto del proceso, quiere entrar en escena.García Linera sustituirá al ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz, en las ronda de negociaciones que a partir de hoy lunes se iniciarán con las veinte empresas petrolera que operan en Bolivia. La mano derecha de Morales no quiere dejar a subalternos el tramo final de su obra maestra: conseguir que cuatro de cada cinco bolivianos que genere la extracción de los hidrocarburos sean para las arcas del Estado andino.Además de Repsol YPF, García Linera tendrá que negociar con otros gigantes petroleros como Total, British Petroleum y Petrobras. El plazo límite para la firma de los nuevos contratos expira el próximo 1 de noviembre.Optimismo sobre Repsol De este plazo también hablaba ayer Andrés Soliz en una entrevista publicada por el periódico La prensa. El ministro decía que Repsol YPF y Petrobras "van a seguir el mismo camino y van a entrar a un clima de negociación cordial" como lo han hecho ya otras petroleras, pero "en el marco del respeto al decreto de nacionalización". Según Soliz, la francesa TotalFinaElf y la británica British Gas mostraron esa "apertura" con su interés en exportar gas a Argentina a la que Bolivia prevé vender en el futuro 27 millones de metros cúbicos diarios de gas, casi tanto como lo que envía ahora a Brasil. Las conversaciones se harán por separado con las firmas porque Soliz no considera un interlocutor válido a la Cámara de Hidrocarburos.