Las ventas de Samsung Electronics alcanzaron los 52.000 millones de wones (37.787 millones de euros) durante el segundo trimestre del año, según las estimaciones de la compañía, lo que supone una caída del 9,5 por ciento en términos interanuales. Asimismo, el gigante tecnológico surcoreano estima un beneficio operativo de 7.200 millones de wones (5.232 millones de euros) entre abril y junio de 2014, lo que supone un decrecimiento del 24,4 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. Asimismo, durante el primer trimeste del año también tuvo una rebaja del 15 por ciento, suponiendo el primer beneficio operativo de Samsung por debajo de los 8.000 millones de wones (5.813 millones de euros)a desde el tercer trimestre de 2012. La compañía justifica los malos resultados con la pérdida de fortaleza del won, frente al dólar o el euro, lo que ha restado competitividad a la empresa. Asimismo, se ha producido una desaceleración generalizada en el crecimiento del mercado de smartphones, que se suma al aumento de la competencia en China, lo que ha generado una mayor oferta de dispositivos de gama media. Además, a estos datos negativos hay que sumarle el robo de 40.000 dispositivos de su fábrica en Brasil. El nuevo buque insignia del gigante electrónico, el Galaxy S5, no ha tenido una buena acogida en el mercado global con tal solo 17 millones de unidades vendidas durante los tres primeros meses del año, muy por debajo de antecesor, el Galaxy S4. Aún así, la compañía "espera con cautela unos resultados más positivos en el tercer trimestre derivados del próximo lanzamiento de su nueva línea de teléfonos inteligentes" indicó la surcoreana.