La venta de Tranquilidade podría generar 350 millones de caja a la familia del grupo lusoEl 'holding' pone en marcha la operación para reforzarse ante las dificultades que atraviesa El Espírito Santo Financial Group (ESFG) ha colocado el cartel de venta a su aseguradora Tranquilidade y sondea el interés, incluso, de compañías españolas. Se trata de uno de los activos de mayor atractivo del holding, que entre sus bienes cuenta también con el 25 por ciento del Banco Espírito Santo, y cuya monetización entroncaría en su plan de hacer hucha en la cartera industrial para reforzar el balance. La oferta, hecha llegar a algunas firmas hace un par de semanas, excluiría el negocio bancario de los seguros de Vida, refieron fuentes conocedoras del proceso. No han transcendido cifras de sus aspiraciones económicas sobre esta potencial desinversión, si bien el diario luso Jornal de Negocios cifraba ayer en 358 millones de euros el flujo de caja potencial de la filial en función de su valor contable. Tensiones de liquidez El Espírito Santo Internacional (ESI) es un holding de la familia portuguesa Espírito Santo que atraviesa tensiones de liquidez por la acumulación de vencimientos de deuda corporativa a corto plazo. Para solventarlas y reforzar el balance, detalló recientemente que reestructurá la deuda del grupo y enajenaría algunos activos. En su sociedad ESFG aloja los negocios financieros (Tranquilidade o el 25 por ciento del Banco Espírito Santo, entidad, por otro lado, completamente ajena a las dificultades del accionista como ayer puso de relieve el Banco Central de Portugal). La familia atesora una rica propiedad asimismo en empresas no financieras, algunas de ellas también potencialmente enajenables. Tranquilidade dispone de un capital social de 160 millones, 665 empleados en plantilla y actividad internacional. En Portugal es el primer grupo asegurador privado con actividad en Vida y No Vida, pero también opera en España, en la República africana de Cabo Verde en reaseguro, tiene filiales en Mozambique y Angola, y participada en subsidiarias de Erop Asssistance en Brasil, Argentina y Chile. La aseguradora alcanzó el pasado año un beneficio neto de 19 millones, recaudó 319,5 millones en primas brutas emitidas y mantenía 794,4 millones en activos gestionados. Por ramos, el 31,4 por ciento del negocio lo genera en accidentes y salud, un 19,9 por ciento en daños y el 38,8 por ciento en automóviles, detalla en su informe anual. La ratio de solvencia se elevó al 539,2 por ciento y la ratio combinado -parte de los ingresos que detraen los costes de explotación y siniestralidad- subió al 102,8 por ciento. La salida al mercado de Tranquilidade se ha barajado en el pasado varias veces, sin llegar a cuajar. Las fuentes consultadas infieren que esta vez no se trata de meros sondeos y hay interés real por monetizar el activo por completo o una parte notable de su capital. La compañía es propiedad del Espírito Santo Financial Group y controla a su vez el 75 por ciento de Bes Seguros. Una filial creada para comercializar sus pólizas de seguros generales a través de las sucursales del participado Banco Espírito Santo, al que pertenece el 25 por ciento restante de Bes Seguros. Tranquilidade distribuye productos además a través de una amplia red de agentes y corredores, y de forma directa a través de Internet. El efecto para el banco se limitaría al cambio de socio en las pólizas generales, dado que la oferta en seguros de vida la hace de forma directa a través de la filial, cien por cien de su propiedad, BES Vida. Fundada en 1871, la aseguradora fue la primera compañía que recuperó la familia Espiríto Santo tras la nacionalización de 1975 en Portugal. Y podría ser la primera en enajenar, dado el interés despertado entre varios grupos extranjeros. Pero su patrimonio es abundante. Sus intereses industriales van desde el mercado inmobilario luso y brasileño -controlan ES Property, Brazil Hospitality, Grupo Monteiro Aranha-, hoteleras -Herdade da Comporta, Tívoli Hotels & Resort, Espírito Santo Viagens-, o filiales en empresas energéticas.