Adquiere el 30,5% que tiene Caixabank, cuyo valor fijará después un auditorEl presidente de Aguas de Valencia (Avsa), Eugenio Calabuig, anunció ayer que comprará a Caixabank el 30,5 por ciento que indirectamente posee en Avsa aun sin saber el precio, que debe fijar un auditor externo, según un reciente laudo arbitral. Tras la operación, que pone fin a una larga batalla por el control de la compañía, Calabuig tendrá el 61 por ciento de la principal empresa de agua potable de la Comunidad Valenciana, control que se eleva al 63 por ciento si se contabiliza la parte proporcional de la autocartera. No obstante, Calabuig afirmó que venderá entre un 10 y un 13 por ciento de ese paquete a empresarios valencianos que están interesados, manteniendo siempre más del 50 por ciento. El empresario castellonense ha citado a Caixabank mañana en una notaría -la entidad no lo confirmó ayer- para firmar la compraventa, cuyo precio es motivo de discrepancia. Calabuig dice que son unos 62 millones de euros y Caixabank pide 120. El valor lo fijará un auditor designado por Calabuig a través de Inversiones Financieras Agval, la sociedad conjunta dueña del 61 por ciento de Aguas de Valencia. La entidad catalana tiene ahora un 49,99 por ciento IF Agval y la familia Calabuig posee el 50,01 por ciento restante y el control, ya que la Comisión Nacional de la Competencia obligó a Caixabank a abandonar ese consejo de administración si quería seguir en el de Aguas de Barcelona (Agbar). El 49,99 por ciento de IF Agval es lo que venderá Caixabank. Calabuig afirma que sea cual sea el precio lo asumirá, porque quiere comprar y poner fin a la batalla por el control de Avsa. El empresario asegura que su grupo, Fomento Urbano de Castellón (Fucsa), que posee el 51 por ciento de IF Agval, "puede financiar" el precio de la operación sea cual sea, siempre dentro de "un margen razonable", con financiación propia y externa. El laudo arbitral vino motivado por la petición de Fucsa de ejercer la opción de compra que otorgan los estatutos de IF Agval a los socios si el otro vende su parte, al considerar que la compra del Banco de Valencia era equiparable a esa situación. Como Caixabank no estaba de acuerdo, acudieron al arbitraje, que dio la razón a los Calabuig, aunque no fijó el precio. Caixabank, socia de Suez La entidad catalana tenía especial interés en Aguas de Valencia porque la multinacional Suez Environnement, su socia en Agbar, posee el 31,6 por ciento de la empresa valenciana y está enfrentada a Eugenio Calabuig desde hace años, ya que la dejó sin presencia en el consejo de administración al considerarla una competidora. Con ese paquete y el 30,5 por ciento indirecto en manos de Caixabank, Calabuig quedaba en minoría. La pugna por el control se libró, además de en el arbitraje y en la Comisión Nacional de la Competencia, en la Audiencia Nacional, donde el banco catalán pidió y logró el embargo de parte de las acciones de Calabuig en IF Agval, embargo que luego fue revocado. El empresario castellonense está imputado en varias piezas del caso Banco de Valencia. Respecto a Suez Environnement, Calabuig afirmó que en la junta de accionistas había actuado como en todas las anteriores, votando en contra de los puntos del orden del día y manifestando su vocación de permanencia en el accionariado y su voluntad de participar en la gestión.