Investiga una trama de corrupción que afectaría a los trabajadores de Media Markt leipzig (alemania).Alemania se enfrenta al enésimo caso de corrupción empresarial en los últimos años. Más de un centenar de empleados de la companía Philips y de grandes establecimientos de electrónica están siendo investigados por sospechas de sobornos a gran escala. La práctica irregular fue, al parecer, tolerada por un directivo del fabricante de electrodomésticos.Aumentar las ventas de Philips en el mercado germano a cambio de regalos y primas a los trabajadores de las principales cadenas comerciales del ramo, entre ellas Media-Saturn-Holding. Esa parece haber sido la estrategia aplicada a gran escala entre 2000 y 2002 y que ahora investiga la fiscalía de Hamburgo. Los investigadores siguen la pista de al menos 250 casos concretos y han desplagado una operación a gran escala. "En junio realizamos 116 registros en catorce estados federados", confirmaba ayer un portavoz de la fiscalía.El caso de corrupción, revelado por el diario económico Financial Times Deutschland, afecta a antiguos responsables de la companía holandesa en Alemania, entre ellos al que fuera ex jefe del departamento de electrodomésticos. En su defensa, los portavoces de Philips afirman que la práctica es muy habitual en el sector.Para aumentar las ventas, algunos de los comerciales del grupo electrónico ofrecieron valiosos relojes, bonos para alojarse en hoteles, muebles de jardin y trajes de diseño a los vendedores de Saturn y Media Markt. Desde el grupo de establecimientos se puntualizaba ayer que la empresa siempre ha rechazado este tipo de incentivos y se mostraba indignada ante el supuesto soborno directo a algunos de sus trabajadores.Philips se suma así a una larga lista de consorcios salpicados por la corrupción en Alemania, en la que figuran nombres de tanta solera en el país como Volkswagen, BMW, Commerzbank o Daimler Chrysler.Prácticas fraudulentasHace pocas semanas se dio a conocer otro caso de soborno en el sector automotriz. Representantes del fabricante de componentes francés Faurecia "untaron" presuntamente a los jefes de compras de grandes consorcios automovilísticos alemanes. La onda expansiva del penúltimo escándalo costó la dimisión del presidente de Faurecia y llegó hasta Seat. Días después, Karstadt-Quelle despidió a los responsables de cuatro establecimientos deportivos por presuntas prácticas fraudulentas.