El Estado galo se asocia con la norteamericana y tomará un 20% del capital del grupo industrialEl grupo alemán llegó a subir en 1.200 millones más su oferta conjunta junto con MitsubishiEl Gobierno francés ya ha deshojado la margarita para decidir quién será el compañero de viaje del grupo industrial Alstom. Y el último pétalo que se le ha quedado entre los dedos al ministro de Economía galo, Arnaurd Montebourg , ha sido el de la opción de General Electric, pero con duras condiciones. Por un lado, el Ejecutivo francés tomará un 20 por ciento de Alstom para no perder su control y, al mismo tiempo, impondrá al nuevo socio norteamericano varias exigencias para que mantenga la inversión y el empleo en territorio galo. La decisión llega justo el mismo día que los otros pretendientes, el penúltimo pétalo de esta margarita, habían incrementado su oferta en 1.200 millones de euros más. Así lo habían anunciado Siemens y su socio Mitsubishi, cuya anterior propuesta económica para adquirir Alstom ascendía ya a 7.000 millones de euros aproximadamente, por lo que la última oferta era de 8.200 millones de euros. Ello suponía valorar el negocio energético de Alstom en 14.600 millones de euros, una cifra que supera a la última que habían puesto en la mesa General Electric y Mitsubishi, de 12.350 millones de euros. Aunque Alstom en un comunicado oficial se dio de tiempo hasta el próximo lunes para tomar una decisión sobre esta prima en la oferta, el Estado francés, una vez que se reunión con ambas partes por separado, disipó cualquier duda a media tarde de ayer con la toma de ese paquete accionarla del 20 por ciento, que le convierte en el primer accionista del grupo industrial. En espera de que Genera Electric acceda a que Francia tome la quinta parte del grupo, Montebourg se mostraba ayer tajante asegurando que si el Estado no adquiere el 20 por ciento "la oferta será bloqueada". Negocio ferroviario Además de esta oferta que General Electric ha puesto sobre la mesa, a lo largo de los últimos días se ha rumoreado que la propuesta también incluye otros acuerdos paralelos. Así, el Wall Street Journal publicó que el gigante norteamericano estaría estudiando vender a Alstom su negocio de señalización ferroviaria con el objetivo de contrarrestar el movimiento que había realizado su rival alemán, ya que Siemens también habría propuesto unir sus actividades de tren junto con las de Alstom para crear un Airbus ferroviario que fuera comandado desde Francia. En este contexto, Alstom también compraría el negocio de señalización a su nuevo socio norteamericano por 1.000 millones de euros, mientras que General Electric adquiriría el negocio del gas del gigante francés Para contrarrestarlo, ayer también se daba a conocer la propuesta de Siemens en este terreno. Además del incremento económico también ofrecía ampliar la fusión ferroviaria entre los dos gigantes europeos añadiendo una joint venture (alianza estratégica) entre los dos gigantes en el -según denomina Siemens- negocio de gestión de movilidad, lo que también incluiría en la práctica la señalización ferroviaria. Tras el anuncio del ministro de Economía francés, el futuro de Alstom podría resolverse antes de que se celebre la Junta General de Accionistas del grupo industrial, prevista para el próximo 1 de julio en París. Aunque lo lógico es que este acuerdo, que incluye la toma por parte del Gobierno de un 20 por ciento del grupo, se aprobara en una Junta Extraordinaria de Accionistas convocada al efecto. Mientras que al cierre de esta edición se esperaba que el consejo de administración de Alstom se reuniera en la noche de ayer para estudiar esta propuesta del Estado francés, General Electric tampoco había dado una respuesta oficial al nuevo escenario que propone el Ejecutivo galo y que supone una participación accionarial de control que evitaría la total independencia del gigante norteamericano en sus decisiones. Discusiones productivas En el último comunicado oficial hecho público por General Electric el pasado jueves 19 de junio, el presidente y consejero delegado del grupo, Jeft Immelt, aseguraba que las discusiones de la multinacional norteamericana con el Gobierno francés durante las últimas siete semanas habían sido "productivas". General Electric cuantificaba la creación de valor en Francia durante los próximos tres años en 1.000 nuevos puestos de trabajo centrados en áreas de alto valor añadido. Incluso la empresa se comprometía a penalizaciones financieras si no cumplía estos objetivos, que deberían ser supervisados por un auditor independiente. La oferta de General Electric expira el próximo lunes, justo el día que el consejo de administración de Alstom debería de dar una contestación oficial, aunque tras el movimiento del Gobierno francés, la opinión del gigante industrial galo ya queda en un segundo plano.