El saldo de financiación con impagos se reduce en 5.472 millones desde máximos El goteo, incesante durante la crisis, de impagos crediticios parece estar conteniéndose, si bien la tasa de morosidad apenas refleja dicho alivio porque su peso sobre la cartera crediticia se amplía por culpa del hundimiento en el stock financiado. El saldo dudoso -tres cuotas mínimas sin pagar- se redujo en abril por cuarto mes sucesivo, pero el ratio de insolvencias repuntó al 13,44 por ciento, rompiendo la racha de descensos iniciada en enero porque la cartera viva financiada cae al 7,17 por ciento interanual. Según las estadísticas del Banco de España, el crédito dudoso ha disminuido en 5.472 millones de euros desde el pico máximo fijado al arranque del año en 197.276 millones -merma en 1.010 millones en el último mes-. Pero pesa más porque el saldo vivo prestado se ha reducido en 30.917 millones al mismo tiempo por el esfuerzo desplegado por las empresas y familias para ajustar su endeudamiento. Las amortizaciones exceden al nuevo crédito, aún cuando ha empezado a fluir en casi todas las categorías, y firmas de análisis como BBVA posponen el aumento del stock crediticio a 2015 ó 2016, precisamente por el ejercicio de desapalancamiento. La banca prestó a familias 8.582 millones en hipotecas nuevas entre enero y abril, y 5.006 millones para consumo, es decir, un 23,3 y 22,93 por ciento más que en los primeros cuatro meses del año anterior. La financiación a empresas por importes de hasta un millón de euros, asociadas normalmente a pymes, creció un 4,65 por ciento, hasta 45.599 millones; y solo se redujo un 20,97 por ciento el saldo en préstamos nuevos por valor superior porque las grandes empresas acuden a los mercados de capitales a financiarse con emisiones de deuda a precios históricamente bajos. El ratio de fallidos se distancia del 13,62 por ciento, tope marcado en 2013, y que, según Analistas Financieros Internacionales (Afi) tardará en declinar con decisión. El flujo de impagos ha sido un freno en la reapertura del crédito, que debería dejar de serlo si el saldo continúa a la baja. La banca acumula 112.358 millones en provisiones, que cubren en un 58,6 por ciento los 191.763 millones en dudosos.