Sospecha que los regímenes fiscales de Holanda, Irlanda y Luxemburgo benefician a estos gruposConsidera que las tres compañías están recibiendo ayudas de Estado que son ilegalesEl comisario de Competencia, Joaquín Almunia, decidió ayer poner en el punto de mira las prácticas fiscales agresivas de multinacionales como Apple, Starbucks y Fiat Finance and Treade. Bruselas sospecha que las tres empresas se aprovechan de las especificidades fiscales de Irlanda, Holanda y Luxemburgo, respectivamente, para reducir los impuestos que pagarían en la Unión Europea. El objetivo de la investigación, dijo Almunia, es que las multinacionales "paguen su nivel justo de impuestos". Sin embargo, para ello, Bruselas ataca a los países que las alojan, por lo que la investigación se centrará en la aplicación específica de las leyes fiscales de estos países. A ello se une, además, que estos países se caracterizan por su bajo impuesto de Sociedades. En Irlanda es, por ejemplo, del 12,5 por ciento, lo que ha generado críticas por parte de otros países de la UE pero no han desembocado en ninguna medida porque las cuestiones fiscales son competencia exclusiva de los Estados miembros. Eso, mientras no afecten al mercado interior o la libre competencia. "Abrimos estas tres investigaciones formales porque tenemos motivos para creer, en esta fase, que en estos casos concretos las autoridades tributarias nacionales han renunciado a gravar parte de los beneficios de estas multinacionales al permitirles reducir sus beneficios imponibles", dijo el también vicepresidente de la Comisión. Después de haber atacado a la banca por los escándalos del euribor, libor y tibor, así como las prácticas monopolísticas de Google, Almunia ha querido que uno de sus últimos dossiers en la Comisión Europea sea éste. "En el contexto actual de restricciones presupuestarias, es particularmente importante que las grandes multinacionales paguen su parte justa de impuestos", manifestó. A su juicio, en virtud de las reglas relativas a las ayudas de ciertos estados de la UE, las autoridades nacionales no pueden tomar medidas que permitan que algunas empresas paguen menos impuestos que lo que deberían. Según el derecho comunitario, estas ayudas son ilegales si son utilizadas para otorgar ventajas selectivas a una empresa o grupo de empresas. Sin embargo, Almunia no quiso prejuzgar el resultado de la investigación y destacó que este expediente permitirá que los afectados y los tres países tengan la posibilidad de presentar observaciones. Bruselas no cuestiona en realidad el sistema general impositivo de estos países, sino los regímenes fiscales aplicados en concreto a estas empresas respecto al impuesto de Sociedades, y sospecha que podrían ser en realidad ayudas de Estado ilegales. Por ello, el resultado de la investigación será, en caso de que se demuestre, la imposición por parte de Bruselas del fin de esos regímenes ventajosos, y en segunda instancia podría reclamar la devolución de las posibles ayudas ilegales. Otros expedientes Asimismo, Almunia advirtió que éste no es el único caso, sino que en el futuro podrían abrirse nuevos expedientes por ventajas fiscales indebidas a multinacionales, pues ya ha enviado solicitudes de información a nueve Estados. El origen de las pesquisas fueron una serie de artículos de prensa aparecidos a nivel internacional que sostenían que algunas de las mayores empresas que operan en Europa- especialmente norteamericanas- se están beneficiado de importantes reducciones de impuestos gracias a decisiones en materia fiscal adoptadas por las autoridades fiscales nacionales, las denominadas tax rulings. Estos acuerdos se utilizan sobre todo para confirmar acuerdos de fijación de precios de transferencia, es decir, aquellos que se facturan en transacciones comerciales entre diferentes entidades de un mismo grupo, en particular los precios fijados por los bienes vendidos o los servicios prestados por una filial a otra filial del grupo. Ello influye en el reparto del beneficio imponible entre las filiales de un grupo establecidas en diferentes países. Si las autoridades fiscales, en el momento de aceptar el cálculo de la base de imposición propuesta por una empresa, insisten sobre la necesidad de remunerar a una filial o sucursal en condiciones de mercado, se excluye la presencia de una ayuda pública. En caso contrario, es posible que la empresa afectada se beneficie de un tratamiento más favorable del que se reservaría a otros contribuyentes en virtud de las reglas fiscales de los Estados miembros afectados, lo que puede constituir una ayuda pública. "Se sabe que algunas multinacionales están usando estrategias de planificación fiscal para reducir su carga fiscal global, estas practicas de planificación agresivas erosionan las bases impositivas en nuestros Estados miembros", dijo Almunia. A través de un comunicado, Apple ha negado las acusaciones. "No nos hemos beneficiado de ningún tratamiento específico de los funcionarios irlandeses", ha señalado, al tiempo que ha afirmado estar sometida a las mismas leyes fiscales que otras decenas de empresas internacionales que operan en el país. "Apple paga cada euro de todos los impuestos que debe"