Los 2.337 millones de pasivo suponen el 40% del la deuda financiera de la constructoraComo ya adelantó este periódico a finales de marzo, Sacyr y sus bancos acreedores prevén comenzar a negociar el próximo mes de septiembre la deuda que la constructora tiene vinculada a su participación del 9,23 por ciento en Repsol, que presenta un saldo de 2.337 millones de euros y que vence el 31 de enero de 2015, según informó ayer Europa Press de fuentes del sector. El pasivo asociado a la inversión en la petrolera representa el 40 por ciento del endeudamiento financiero neto total de 5.667 millones de euros que el grupo que preside Manuel Manrique soportaba a cierre del mes de marzo. No obstante, Sacyr prevé destinar los 122 millones de euros que este pasado viernes cobró del dividendo extraordinario por Repsol a amortizar parte de esta deuda, según comentaron estas mismas fuentes a la agencia. El proceso de negociación que el grupo constructor y los bancos han convenido abrir en septiembre se plantea "tranquilo y relativamente cómodo". El préstamo de Sacyr vinculado a Repsol está garantizado con los propios títulos de la petrolera y con dos filiales del grupo constructor, la de patrimonio Testa y la de servicios Valoriza, unos activos que superan así con creces el saldo del pasivo. Sólo el porcentaje de Sacyr en Repsol presenta actualmente un valor de mercado unos 2.400 millones de euros, importe que supera así al del pasivo pendiente de pago. De esta forma, los bancos tienen una mejor calificación de este crédito, que habría dejado de ser considerado como problemático. Además, las condiciones de la financiación son distintas y la banca presenta una mayor disposición al crédito que a finales de 2011, cuando se firmó la anterior refinanciación. Entonces, Sacyr vendió a la propia Repsol un 10 por ciento del capital de la petrolera, la mitad de la participación del 20 por ciento que entonces tenía.