El Gobierno quiere lanzar un mensaje de optimismo y ahorrarse interesesEl Gobierno lanzó ayer un nuevo mensaje de optimismo a los mercados. Dentro del plan de crecimiento, ha incluido la devolución por anticipado de una mínima parte del rescate europeo a la banca. El Ejecutivo español reembolsará ya un 3,1 por ciento del dinero reclamado a sus socios comunitarios a través del MEDE, es decir, 1.300 millones de euros. La decisión ahora debe ser aprobada por el consejo de este organismo europeo, tras la notificación oficial por parte de nuestro país. Europa prestó a España 41.823 millones en 2012 para sanear el sistema financiero, en el marco de la línea por hasta 100.000 millones dispuesta un mes después del estallido de la crisis y la nacionalización de Bankia. Según el acuerdo con sus socios, el Gobierno debía devolver este crédito entre el ejercicio 2022 y 2027 y tendría que abonar unos intereses anuales del 0,5 por ciento. Con el reembolso de los 1.300 millones se ahorrará un mínimo de 65 millones en los intereses, que asciende a más de 2.600 millones. Pero más allá de este ahorro, la medida tiene por objeto enviar a los inversores un mensaje claro: que la recuperación de la economía ha llegado y que empieza la etapa de crecimiento sostenido. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló en la rueda prensa posterior al Consejo de Ministros que "el Gobierno inicia ya la devolución porque la economía puede hacerlo y para reforzar la confianza". El rescate europeo a la banca es sólo una parte de las ayudas concedidas al sector bancario para su reestructuración. Sólo en inyecciones directas al capital, el Estado se ha gastado más de 63.000 millones. Además, ha concedido esquemas contra pérdidas en varias operaciones que serán asumidos por la Hacienda Pública, a través del Frob, o por las propias entidades, a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). En conjunto, el salvamento de la banca asciende a más de 120.000 millones, de los que casi la mitad ya se han dado por perdidos. El Gobierno confía en que la privatización de Bankia sirva para recuperar el dinero abonado a la misma (un total de 22.500 millones, de los que 18.000 millones proceden del rescate europeo) y parte del otorgado a otras entidades. De momento, se ha deshecho de un 7,5 por ciento de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri y espera desprenderse de otro porcentaje accionarial de en torno a un 11 por ciento antes de que termine este ejercicio. También ha vendido Novagalicia al grupo venezolano Banesco, con un recuperación de entre 200 y 1.000 millones en los próximos años. Ahora se dispone a desinvertir en CatalunyaCaixa, pero en esta ocasión aportará nuevas ayudas públicas para salir de su capital.