Este trabalenguas ha sido un de los runrunes que más se ha escuchado en los mercados financieros en la última semana. La lectura es la siguiente: el fin del comienzo de la crisis de activos tóxicos propagada por las hipotecas 'subprime' se produjo cuando la FED obligó a JPMorgan a hacerse con Bear Stearns. Aquel hecho marcó un punto de inflexión al mercado bajista porque muchos inversores quisieron ver que las autoridades no consentirían que las entidades financieras se desangraran por la calle y que siempre habría quien las recogiera. El Comienzo del fin responde a que son ya las entidades privadas a título particular las que están comenzado a ver oportunidades en los malheridos de la guerra por la falta de liquidez. El comienzo del fin se ha fechado esta semana en el momento en el que son las entidades privadas las que comienzan a recoger a los malheridos. Éste es el caso del fondo de capital riesgo estadounidense TPG-el que estuvo interesado en Iberia- que está semana se ha hecho con una importante participación en el británico Bradford&Bingley, lo que demuestra que los cazadores de gangas merodean el parqué. En éste, los inversores se han metido en un bucle que les tiene encerrados entre que lo peor de la crisis en el mercado ya lo hemos visto y que todavía queda mucho para saber si salimos de ella en forma de V, W o como algunos dicen, en forma de logo de Nike, con una larga y prolongada cuesta arriba. Pero aunque se hable de que hemos entrado en el comienzo del fin, la cosa no está del todo clara... O, al menos, está mucho menos clara que quien será candidato demócrata a la Casa Blanca. Esta semana se ha dilucidado que Obama será el aspirante, aunque la señora Clinton ha hecho un pronóstico que tiene una oscura lectura, al decir que hasta ultimísima hora no se conoce nunca al candidato. Hace cuarenta años, se desmoronó el sueño Bobby Kennedy, que encarnaba muchos de los valores que hoy representa Obama -oposición a un militarismo injusto, mayor preocupación social y, sobre todo, concienciación sobre la situación de crisis económica-. El resultado es que el pequeño de los Kennedy, que había puesto fin a su relación con Johnson debido a sus discrepancias en la Guerra de Vietnam, fue asesinado después de dar su discurso de victoria tras la media noche del 5 de junio de 1968, falleciendo el 6 de junio. ¿Quiere decir Clinton que Obama puede ser asesinado? Posiblemente no pueda tacharse ni siquiera de insinuación, pero simplemente la sugerencia asusta hasta los mercados. El parqué está tan delicado que sólo le faltaba que a la posibilidad de que la economía americana entrase en recesión, con la inflación dispara por los altos precios del petróleo, se le sumara el de que la sociedad se enzarzase en conflictos superados. Así que aunque el runrun de esta semana es que estamos en el comienzo del fin, éste puede ser también como el logo de Nike, largo y prolongado. Para muestra un botón: el crash de los mercados de bonos en las últimas dos sesiones.