L a aportación de los negocios internacionales ha sido una de las razones que ha llevado a Iberdrola a crecer en los tres primeros meses del año. La compañía española ha obtenido un beneficio neto de 952,6 millones de euros, un 8,4 por ciento más que en el mismo periodo de 2013, y un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 2.126,5 millones, en línea con el primer trimestre del ejercicio anterior. Además de en Europa y Estados Unidos, Iberdrola cuenta con una amplia presencia en América Latina, concretamente en México y Brasil, donde la compañía presidida por Ignacio Galán lleva más de quince años haciendo negocio. Concretamente, México aportó a 0Iberdrola el pasado ejercicio unos ingresos de 1.293,4 millones de euros, un ebitda de 347,6 millones de euros y un beneficio neto de 194,8 millones de euros. Precisamente con el objetivo de reforzar su apuesta por el mercado energético mexicano, en el que está presente desde 1998, Iberdrola tiene previsto llevar a cabo una serie de inversiones que rondarán los 900 millones de euros para el periodo 2014-2016, que se sumarán a los alrededor de 2.700 millones de dólares invertidos allí hasta el momento y que irán encaminadas, fundamentalmente, al área de generación de energía eléctrica. La compañía, que se ha afianzado desde hace una década como el mayor productor privado de electricidad de México y el segundo del país tras la Comisión Federal de Electricidad (CFE), tiene ya más de 5.200 megavatios operativos allí, fundamentalmente mediante centrales de ciclo combinado de gas. Concretamente, los seis ciclos de Iberdrola en México suman 4.987 megavatios de capacidad y se corresponden con las centrales de Tamazunchale (1.135 megavatios), El Golfo (1.121 megavatios), Monterrey (1.040 megavatios), Altamira (1.036 megavatios), La Laguna (535 megavatios) y Enertek (120 megavatios). Pero también cuenta con otros cinco proyectos en firme que representan unos 1.600 megavatios de potencia, entre los que destaca el contrato para el desarrollo, construcción, propiedad, operación y mantenimiento de la central eléctrica de ciclo combinado de Baja California III, de 300 megavatios de potencia, así como de las instalaciones asociadas necesarias para la conexión de la planta al sistema eléctrico del país. La puesta en marcha de esta nueva central, que se ubicará en el Estado mexicano de Baja California, supondrá una inversión estimada de 270 millones de dólares. Las obras de la planta comenzaron el pasado mes de abril, estando prevista su entrada en operación comercial en agosto de 2016. Por su parte, y en cuanto a la capacidad renovable instalada se refiere, la eléctrica española cuenta con tres parques eólicos de su propiedad que suman una potencia total de 230 megavatios. Hablamos de La Venta III, de 102 megavatios; el parque eólico de Bii Nee Stipa, con 26 megavatios; y La Ventosa, que dispone de 102 megavatios de potencia tras su reciente ampliación. Una ampliación, hasta los 22 megavatios, que la compañía efectuaba recientemente con la instalación de 11 nuevos aerogeneradores G80 de Gamesa, de 2 megavatios de potencia unitaria y una altura de 78 metros, gracias a la cual el parque es capaz de dar suministro a más de 190.000 hogares mexicanos y evitar la emisión a la atmósfera de unas 230.000 toneladas de CO2 al año. Otro de los proyectos que la compañía efectuará en el país del sol naciente es una planta de cogeneración, gracias a la firma de un contrato para su construcción en el Estado de Coahuila, al norte del país. La nueva instalación contará con una potencia total de 50 megavatios e implicará la realización de una inversión de alrededor de 73 millones de dólares. Está previsto que esta nueva infraestructura energética, que se ubica en la ciudad de Ramos Arizpe, entre las de Saltillo y Monterrey, pueda entrar en servicio a mediados de 2016. Iberdrola se ha asegurado la venta de la energía que genere por un periodo de 15 años. Iberdrola confía en que la reforma energética mexicana, que plantea necesidades de inversión valoradas en unos 25.500 millones de dólares hasta el año 2020 en el ámbito de la generación eléctrica de cara a habilitar unos 17.100 megavatios adicionales, le abra las puertas a nuevas áreas de negocio. En este sentido, la compañía estaría interesada en abordar proyectos de transmisión y distribución de energía eléctrica, que en la actualidad solo desarrolla para la CFE a través de su filial de ingeniería y construcción, así como potenciar la firma de contratos de suministro de electricidad con clientes privados. En Brasil, desde 1997 La presencia de Iberdrola en Brasil se remonta a 1997 mediante su participación del 39 por ciento en el holding Neoenergia, donde tiene como socios locales a Banco do Brasil (12 por ciento) y Previ (49 por ciento). Además, durante el primer semestre de 2011, cerró la adquisición de la distribuidora brasileña Elektro por unos 2.400 millones de dólares. En 2013, Brasil aportó a Iberdrola unos ingresos de 2.718,9 millones de euros, un beneficio bruto de explotación de 577,8 millones y un beneficio neto de 132,7 millones. Los tributos abonados por la empresa en este país superaron los 870 millones de euros. La apuesta de Iberdrola por Brasil es más que evidente si tenemos en cuenta las inversiones que está realizando y que pretende ampliar. De hecho, la eléctrica española invirtió más de 610 millones de euros en la región a lo largo de 2013 -el 20 por ciento de las inversiones del Grupo-, que ampliará en otros 800 millones entre 2014 y 2016, principalmente en las áreas de generación, para el desarrollo de proyectos hidroeléctricos; y de redes, para el crecimiento sostenible de su red de distribución. Así las cosas, Iberdrola se ha convertido en la primera compañía distribuidora de energía eléctrica por número de clientes en el país carioca, donde atiende 12,4 millones de puntos de suministro desde finales del pasado ejercicio, lo que significa un 2,9 por ciento más que en 2012. En el mismo periodo, la compañía ha distribuido más de 52.200 gigavatios hora de energía eléctrica a sus clientes brasileños, es decir, un 6,5 por ciento más que los 49.000 gigavatios hora del ejercicio anterior, a través de más de 539.300 kilómetros de líneas. Pero Iberdrola también dispone de una presencia relevante en el área de generación de electricidad en Brasil, con un total de 1.925 megavatios de potencia operativa gestionada, fundamentalmente a través de sus 11 centrales hidroeléctricas y sus 11 parques eólicos, que ya suman 337 megavatios, con los que produjo cerca de 10.100 gigavatios hora en 2013. Asimismo, el grupo promueve la construcción de otros 13.400 megavatios de capacidad hidroeléctrica a través de tres nuevos proyectos: la central de Teles Pires, de 1.820 megavatios, que se pondrá en marcha este mismo año; la central de Baixo Iguaçu, de 350 megavatios, que podría arrancar en 2016; y la central de Belo Monte, de 11.233 megavatios, cuya entrada en funcionamiento se producirá, progresivamente, entre 2015 y 2018. La plantilla de la compañía en este país supera los 6.000 empleados y representa, aproximadamente, el 20 por ciento de la del Grupo en todo el mundo, que asciende a 30.650 profesionales al cierre del año pasado. Proyectos sociales En base al compromiso de mejorar la calidad de vida de las personas y cubrir sus necesidades esenciales en los territorios en los que está presente, Iberdrola está impulsando en Brasil una serie de iniciativas de carácter social. Además de invertir en proyectos relacionados con la electrificación rural -como el proyecto Luz para Todos, que ha ayudado a conectar a la red eléctrica a tres millones de familias-, la eléctrica también participa en diversos planes educativos y culturales dirigidos a combatir el analfabetismo y reducir el absentismo escolar; en la apertura de aulas de energía destinadas a mostrar a los más jóvenes las ventajas de las energías renovables, la instalación cisternas para la captación y almacenamiento de agua de lluvia para al consumo humano; o la formación gratuita en electricidad de jóvenes en riesgo de exclusión social.