L a importancia de América es transcendental para BBVA. La mayor parte de los beneficios y de los clientes del grupo español proceden de este continente, principalmente de México y Estados Unidos. Su presencia es amplia en prácticamente toda la región y su apuesta decidida. Tal es la importancia que el banco que preside Francisco González va a impulsar en los próximos años su proyecto estrella, consistente en la implantación de la banca digital. Este plan es la obsesión de la entidad desde hace años, pero ahora, tras haber dejado atrás la crisis, pretende ejecutarlo lo antes posible. La primer piedra de la transformación de BBVA en el continente americano se ha puesto en Estados Unidos, un gran mercado que ofrece las mayores probabilidades por su desarrollo tecnológico y la cultura de sus ciudadanos. El grupo español no ha tardado en poner en marcha la hoja de ruta hacia su reconversión. En mayo contrató al ejecutivo que pilotará el cambio. Ha incorporado a Jeff Dennes, un experimentado directivo de soluciones tecnológicas en el sector financiero estadounidense. Ha trabajado en SunTrust, Huntington y USAA. Simple, el inicio Desde la sede de BBVA en Houston, este ejecutivo ejecutará el proyecto de banca digital al otro lado del Atlántico. Este proyecto ya tiene una base sólida. La entidad que preside Francisco González ha adquirido recientemente una plataforma para operar a través de las redes. Se hizo con la firma estadounidense Simple por 117 millones de dólares (unos 90 millones de euros), con el objetivo de dar los primeros pasos y liderar la transformación del sector. González considera que "la experiencia de cliente de Simple no tiene parangón en el mundo de la banca digital". ¿Qué es Simple? Es una compañía con sede en el Estado de Oregón, que fue fundada en 2009, que opera a través del móvil. En la actualidad tiene más de 100.000 clientes en todo el país, cinco veces más que a finales de 2012, a los que ofrece todo lo que necesitan para gastar de la manera más inteligente y ahorrar más. Los clientes disponen de una tarjeta Visa Simple, así como aplicaciones avanzadas para Android y Apple, que incluyen herramientas de ahorro y un servicio al cliente diferencial. Esta plataforma, que seguirá operando de manera independiente, cuenta con casi un centenar de trabajadores. A partir de ahora tendrá el respaldo financiero de BBVA, que en un futuro próximo le ayudará a desarrollar nuevos productos y servicios y a completar su expansión por otros mercados donde no opera, incluso internacionalmente. La adquisición de Simple forma parte del proyecto global de apoyar el capital riesgo iniciado en 2012 por BBVA en Estados Unidos, que tiene por objeto invertir en tecnología. Entre los mercados en los podría desembarcar Simple de la mano de BBVA se encuentran todos los latinoamericanos, donde pretende exportar sus experiencias de transformación tanto en Estados Unidos como en España. Con la innovación en el centro del campo de juego, la estrategia del grupo español también pivota en el despliegue de su red por todo el continente. En la actualidad, por ejemplo, en Estados Unidos tiene en marcha un plan para entrar en distintos Estados donde todavía no opera. El objetivo de BBVA en el medio plazo es que Norteamérica, una vez España recupere su pulso, aporte al menos el 10 por ciento de las ganancias. El año pasado contribuyó con el 26 por ciento, pero debido al esfuerzo en saneamientos realizado en nuestro país. Para el resto del continente dispone también de una hoja de ruta muy concreta. Tras haber analizado los distintos mercados y haber rediseñado su estrategia, la intención es afianzar su posición de liderazgo en la banca comercial -pequeñas y medianas empresas y familias, principalmente- en México, Chile, Colombia y Perú. El año pasado se deshizo de sus filiales latinoamericanas con importantes plusvalías y se desprendió de la franquicia de Panamá al no cumplir con sus expectativas y optimizar la base de su capital. A finales del verano pasado, el banco anunció un ambicioso plan de inversión en la región. En América del Sur se comprometió a invertir 2.500 millones d dólares (unos 1.900 millones de euros) en los próximos cuatro años. Una cifra que suma a los 3.500 millones de dólares (unos 2.600 millones de euros) prometidos en México hasta 2016. Buena parte de este dinero lo destinará a su proyecto tecnológico de transformación de las redes de distribución para adaptarse al nuevo sistema financiero que vislumbra, un panorama en el que, a juicio de González, el banco tendrá que enfrentarse a la competencia de actores hasta ahora desconocidos, como son Amazon o Google, que empiezan a ofrecer productos y servicios bancarios. El plan para América del Sur, que están en plena ejecución, pretende destinar el 40 por ciento de la inversión a proyectos tecnológicos. En el momento del anuncio, el consejero delegado de la entidad, Ángel Cano, señaló que el objetivo último era convertir a BBVA en "el banco líder de la región en digitalización". Con la mejora de los sistemas, el grupo español espera multiplicar por dos en número de clientes por Internet en los países de la zona, para alcanzar el umbral de los cinco millones, al igual que multiplicar por ocho los usuarios que operan por el teléfono móvil. Las nuevas tecnologías ofrecen múltiples oportunidades para impulsar la bancarización de la población, principalmente en el mundo rural, donde en muchas ocasiones no llegan las sucursales. El 60 por ciento del dinero comprometido en el plan de América del Sur lo desembolsará para proyectos enfocados al crecimiento de la red de distribución. De esta manera, compaginará los dos focos de actuación para llegar al mayor número de clientes potenciales. Una parte relevante lo utilizará para ampliar las sucursales instaladas, que aumentará en un 18 por ciento, y también el número de cajeros automáticos, en un 30 por ciento. Con este plan global de crecimiento en la región, en la que ya ha invertido más de 4.000 millones en adquisiciones desde que comenzó su andadura hace más de veinte años, el banco va a continuar "con el proceso de transformación, haciendo que los procesos sean más ágiles, seguros y confiables, a través de la digitalización y la automatización", según Cano. "Estamos en una buena posición de partida para afrontar un futuro lleno de grandes retos. BBVA es parte de América del Sur y América del Sur es parte de BBVA; una región con un gran potencial de desarrollo y una excelente oportunidad de inversión", señala el consejero delegado, quien añade que "lo tenemos claro y seguiremos apostando por esta región en el futuro". El plan de México, al igual que para el resto de América del Sur, también apostará por las nuevas tecnologías. Se estructura de la siguiente manera: casi 1.000 millones para renovar todas las sucursales para mejorar la experiencia del cliente con un nuevo modelo de atención y mayor calidad de servicio; más de 1.100 millones una nueva infraestructura tecnológica, en el que se desarrollarán canales de distribución, plataformas operativas y de riesgos y un procesamiento central de datos y procesos comerciales; y otros 500 millones para completar la construcción de un nuevo centro operativo en Mariano Escobedo, otro en Atizapán y una nueva sede corporativa en Paseo de la Reforma (Ciudad de México). El presidente del grupo considera que "México es ejemplo para muchas economías" y que "mantiene una gestión responsable de las finanzas públicas y continúa implantando reformas para impulsar su crecimiento con el consenso de las fuerzas políticas más importantes del país". "Estamos convencidos de que en los próximos años, México se va a consolidar como una de las economías más importantes y dinámicas del mundo, y que liderará el crecimiento mundial gracias a su capital humano y a la seriedad de sus instituciones", ha señalado en más de una ocasión González. Con este plan BBVA pretende afianzar su liderazgo en el sistema financiero azteca, donde cuenta con cuotas de mercado en todos los segmentos de entre el 20 y el 30 por ciento. Chile y Colombia Estos proyectos se compaginarán, en caso de encontrar alguna oportunidad con el crecimiento a través de alguna adquisición. Eso, siempre si los activos generan valor para sus socios y para el banco. La entidad tiene en el radas algunos mercados para llevar a cabo adquisiciones y dar un salto mayor el sistema financiero del continente americano, principalmente en Chile y Colombia. Otro centro de atención del grupo será Venezuela, donde cuenta con uno de los bancos más importantes del país. a entidad es optimista sobre la situación del país y de su sector bancario, aunque en el corto plazo se podría ver inmerso en turbulencias por la crisis de las divisas y por el entorno político y social. A pesar de la volatilidad vivida, Venezuela es el segundo mercado latinoamericano que más beneficios aporta, junto a Colombia, al grupo, únicamente superado por México. El país azteca es sin duda el verdadero motor del grupo y el sustento del banco durante la crisis. Más de la mitad de las ganancias cosechadas en los últimos ejercicios los ha proporcionado su filial Bancomer. Para el futuro, el grupo que preside González va a continuar con su proyecto de diversificación para reequilibrar en la recuperación económica las fuentes de sus ingresos y resultados.