César Alierta, presidente de Telefónica, rinde hoy cuentas a los accionistas sobre la evolución de una compañía que el año pasado enderezó su deuda, volvió a la senda del crecimiento orgánico y revalorizó su valor en bolsa. Sobre todo ello versará el discurso del presidente en la Junta, que hoy acoge el recinto de exposiciones de la Casa de Campo de Madrid, sin especiales temas conflictivos sobre la mesa. A finales de 2013, la teleco cumplió sus expectativas de forma holgada en cuanto a saneamiento financiero, tras fijar su deuda neta en 45.381 millones, respecto al objetivo de cerrar el curso por debajo de los 47.000 millones de euros. La cifra siguió reduciéndose durante el primer trimestre de 2014 para situarse en 42.724 millones de euros, o en 41.944 millones si se contabiliza la venta de Telefónica Irlanda al Grupo Hutchison, aprobada esta semana por Bruselas. Por todo lo anterior, tal y como recordó la multinacional tras la presentación de sus últimas cuentas, la reducción deuda neta acumulada durante los siete últimos trimestres supone un tijeretazo de 16.000 millones de euros.