Gestionará todo el proceso y aconsejará al supervisor qué resolver en cada caso Deloitte se ha adjudicado el contrato del Banco de España para gestionar las quejas contra cláusulas suelo incluidas por la banca en los préstamos hipotecario, indicaron fuentes conocedoras de la resolución. Su propuesta, formulada a través de la división de servicios legales, se ha impuesto en el concurso a las presentadas por Ernst & Young Abogados, Indra BMB Servicios Digitales, KPMG Abogados y Landwell PricewaterhouseCoopers Tax & Legal Service. La firma se ocupará durante diez meses, prorrogables en plazos de seis meses, del proceso íntegro en la gestión de las reclamaciones. Un equipo de profesionales designados por Deloitte y alojados en las mismas instalaciones del Banco de España, recibirá las quejas de los clientes, las registrará, gestionará las alegaciones del banco demandado y formulará una propuesta de resolución al Servicio de Reclamaciones por cada expendiente. La decisión final la emitirá, en cualquier caso, el Banco de España, si bien el contrato establece incentivos para primar la eficacia del proceso y que las recomendaciones de resolución que se eleven estén elaboradas de acuerdo a los criterios del supervisor. El contrato sacado a concurso fijaba un presupuesto máximo de 1,37 millones de euros -1,13 millones por el servicio, más el IVA correspondiente-. El organismo se ha visto obligado a subcontratar el servicio por la montaña de reclamaciones recibidas en poco tiempo que hacen inviable cumplir con los plazos legales en su tramitación. La Orden Ministerial 2502/2012 le conmina a resolver cualquier expediente en un periodo tope de cuatro meses. El Servicio de Reclamaciones del Banco de España pasó de abrir 240 sumarios en enero de 2013 a registrar 2.976 en octubre. La incidencia se multiplicó después de que el Tribunal Supremo anulase las cláusulas suelo incluídas en determinados contratos de BBVA, Novagalicia Banco y Cajamar en marzo del pasado año, al considerar que no aplicaron los necesarios requisitos de transparencia. Avalancha de demandas Pero la problemática arranca años atrás, cuando miles de ciudadanos descubrieron que sus préstamos no se abarataban aunque el euríbor marcase mínimo tras mínimo, por encontrarse su tipo de interés topado en el contrato hipotecario. El Banco de España avala la existencia de límites a los intereses como condición contractual, siempre que haya sido acordado expresamente por ambas partes y se recoja claramente en los contratos. La crisis ha puesto en evidencia que se firmaban sin ser conscientes de las implicaciones de los topes en los intereses y, tras el fallo del Supremo, el Gobierno pidió al Banco de España que vigilase si los contratos hipotecarios de la banca cumplían con los requisitos que impone el auto del Supremo para cercar las cláusulas opacas. El supervisor está analizando ahora la posibilidad de abrir expediente sancionador a varias entidades tras emitir más de 2.000 informes entre julio de 2013 y enero de 2014 favorables a los clientes. Una tercera parte eran por incumplimientos normativos y el resto por no respetar las buenas prácticas bancarias, detalló el Gobierno en una respuesta al PSOE en el Congreso.