Roldán y varios banqueros exigen a Draghi que valore las fortalezas del sectorTodos a una. La banca española alzó ayer la voz para exigir al Banco Central Europeo (BCE) que trate a toda la banca con los mismo criterio, pero también de manera justa. Este es el principal mensaje que quisieron trasladar responsables de las principales entidades de nuestro país ante el desafío que suponen los próximos test de estrés y la supervisión única del organismo que preside Mario Draghi. La petición comenzó con el estrenado presidente de la patronal AEB, José María Roldán, quien realizó la primera comparecencia pública desde su nombramiento en abril. Su discurso fue seguido con parecidas palabras por, entre otros, el vicepresidente del Santander, Matías Rodríguez Inciarte, y el director de Estrategia de BBVA, Jaime Sáenz. Roldán consideró que el BCE debe respetar el equilibrio competitivo entre las entidades, es decir, que tiene que "no sólo tratar a todas por igual, sino en función de sus debilidades y fortalezas". Por tanto, remarcó, de manera "justa". En este sentido, pidió al nuevo regulador europeo que en su labor tenga en cuenta las singularidades de los distintos sistemas nacionales. En lo que refiere a España, indicó que las fortalezas se encuentran en el modelo de banca comercial basado en las relaciones a largo plazo, en la venta cruzada de productos y en la expansión internacional mediante filiales autónomas que diversifican riesgos. Aspiraciones "Debemos aspirar a que se tengan en cuenta", remarcó el presidente de la AEB en unas jornadas organizadas por KMPG y Expansión, en las que participó la vicepresidenta del Consejo de Supervisión Única y miembro del BCE, Sabine Lautenschläger. Roldán explicó que a los miembros de la AEB "no les basta el café para todos" y, por su puesto, en el corto plazo, cuando las entidades se enfrenten a las pruebas de resistencia, previstas para el mes de octubre. Inciarte, en su alocución, añadió que una de las fortalezas de la banca española en la actualidad es el esfuerzo en provisiones para cubrir riesgos realizadas en los últimos años. Éstas, según el secretario de Estado de Economía, Jiménez Latorre, ascienden a 270.000 millones entre 2008 y 2013. Roldán aseguró que el trato en el BCE y la supervisión única serán las prioridades de su mandato en los próximos cuatro años. "Fráncfort, Londres y Bruselas" serán sus puntos de atención, dijo. Eso sí, sin desatender la recuperación de la reputación del sector, erosionada durante la crisis. El otro gran mensaje que lanzó el presidente de la AEB fue que la banca sana, principalmente englobada en la asociación, está preparada para dar crédito y apoyar la incipiente reactivación de la economía. Señaló que para dar préstamos es necesario que el sector sea sólido y obtenga beneficios. La vicepresidenta del Consejo de Supervisión Única, por su parte, instó a las entidades a que no dejen de recapitalizarse y que centren su atención en este proceso en la captación de recursos propios de máxima calidad, es decir, aquellos que asumen pérdidas.