Orange España se grabó a fuego hace tres años el objetivo de convertirse en el segundo operador de telecomunicaciones español en 2015. Es lo que en el grupo denominaron Plan Conquista. Ese logro difícilmente lo conseguirá a través del crecimiento orgánico, sin compras que disparen sus cifras. No obstante, las últimas cuentas de las filiales españolas de Orange y Vodafone ponen de relieve que la compañía de origen galo ya es la segunda del mercado por volumen de ebitda, sólo superado por Telefónica. En concreto, el ebitda de Vodafone España asciende a 900 millones de euros, por debajo de los 1.038 millones reportados por Orange. La subsidiaria de la multinacional británica mantiene el segundo puesto del podio en ingresos (a escasa distancia de su perseguidor) y de forma destacada en cuanto número de clientes, especialmente cuando integre los activos de Ono.