madrid. Si se acerca a una tienda y pregunta a los clientes quién es José García Carrión, lo más probable es que poca gente sepa la respuesta. A sus 57 años, este empresario murciano puede presumir, sin embargo, de ser el rey de la sangría, el dueño de Don Simón. Todo comenzó en 1968. Apenas alcanzada la mayoría de edad, empezó a trabajar en el negocio familiar, una pequeña bodega de Jumilla, cuya facturación se elevaba entonces a sólo 15 millones de pesetas al año. Pero aquello iba a cambiar pronto. En contra de la opinión de su padre y frente a la resistencia de todo el sector, García Carrión lanzó el vino en brik, se atrevió después con la sangría y revolucionó así el mercado. "Fue una decisión difícil, pero el tiempo nos ha dado la razón", ha recordado en más de una ocasión.La empresa se ha convertido hoy en el mayor grupo vitivinícola de España. Factura casi quinientos millones de euros, está presente con vino de calidad en las principales denominaciones de origen y sigue siendo el líder indiscutible en los vinos de mesa. Folklore españolPero es la sangría el producto que le ha dado, sin duda, mayor proyección internacional. Cada vez que un alemán, un francés o un norteamericano visita en verano nuestras costas, viene con una idea fija: probar esta mezcla de vino, fruta y limonada que se ha convertido en algo tan típico como el flamenco o los toros. Y productos caseros aparte, en este terreno, Don Simón se lleva la palma. "Aquí poca gente compra la sangría en brik, pero fuera lo hace todo el mundo. Para los extranjeros es como un souvenir, un recuerdo de nuestro país. Y a la vuelta a sus casas, cada vez son más los que buscan en el súper la típica sangría española", explica García Carrión. "Se ha convertido en una parte más de la gastronomía, algo parecido a la paella".Y si a nivel nacional, García Carrión controla más de la mitad del mercado, fuera apenas tiene rival. Según el presidente de la compañía, "si se excluyen las marcas de la distribución acaparamos casi el noventa por ciento del mercado". La compañía produce cada año unos 35 millones de litros de sangría, el 5 por ciento del total de sus ventas, que incluyen también, además de vinos, zumos, horchatas y todo tipo de caldos, cremas y salsas. La sangría Don Simón se elabora en las plantas que el grupo tiene en Jumilla (Murcia) y en Daimiel (Ciudad Real) y desde allí se envía a todo el mundo. La marca se puede encontrar hoy en las tiendas de 89 países de los cinco continentes. Aunque el principal mercado sigue estando en Europa -sobre todo Francia, Alemania y Bélgica-, Don Simón se ha hecho fuerte también en África -está presente en Ghana, Congo, Nigeria, Togo y Costa de Marfil, entre otros- y está creciendo en Norteamérica. García Carrión fue una de las primeras compañías españolas que logró entrar, por ejemplo, en las tiendas de la estadounidense Wal-Mart, el mayor grupo de distribución del mundo, con más de 6.500 establecimientos. Según García Carrión, "estamos vendiendo ya la sangría en los estados con mayor población hispana y acabamos de entrar también en los establecimientos de México". El plan del grupo es alcanzar en el año 2011 unas ventas anuales de 60 millones de litros de sangría, lo que supondría un crecimiento de casi un 72 por ciento más respecto a las que tiene ahora. "Y lo conseguiremos gracias a la exportación. Las ventas de sangría en los mercados internacionales supondrán en cinco años el 80 por ciento del total de la facturación", dice García Carrión. La compañía está convencida de que se trata de "uno de los productos españoles con mayor potencial y en el que está todo prácticamente por hacer".Crecimiento El grupo tiene en marcha un plan de inversión de 130 millones de euros para construir una nueva planta de zumos en Huelva y ampliar sus instalaciones de Daimiel, que albergarán una de las mayores bodegas de Europa. Para afrontar estos planes, García Carrión acometió a principios del pasado año una ampliación de capital por unos 90 millones de euros, lo que supuso la entrada en su accionariado de las cajas de ahorro El Monte, Caja Murcia, Caja Castilla-La Mancha y la CAM, además de dos fondos de capital riesgo."Tendremos que competir con las grandes multinacionales del zumo y del vino que se están implantado en España y esperamos estar entre las diez empresas más importantes de Europa", ha reiterado en varias ocasiones José García Carrión. Si todo sale como está previsto, la compañía alcanzará en él año 2009 una facturación superior a la nada despreciable cifra de 800 millones de euros, casi el doble que en 2004.