El ministro aguarda el veredicto de la Universidad de Stanford y el MIT de EEUUEl almacén de gas Castor está a punto de recibir la puntilla por culpa de los seísmos que, según los expertos, se derivan de su llenado. Así lo aseguró ayer el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, al afirmar que el cierre de la instalación no admite discusión si los expertos independientes confirman que hay relación entre éste y los pequeños terremotos registrados en la zona durante las inyecciones de gas, tal y como recoge en un informe presentado el lunes por el Instituto Geográfico. En una entrevista con EFE, Soria ha dicho que la decisión de reanudar la actividad está pendiente de un estudio que están llevando a cabo expertos de la Universidad de Stanford y del MIT y que "si lo confirman (que hay relación con los seísmos) desde luego no" se volverá a abrir. El ministro ha explicado que en el informe del Instituto Geográfico, que se conoce desde diciembre del pasado año, "había una remisión a la necesidad de contar con algunos expertos internacionales para poder completar su visión". Por ello, el Gobierno solicitó la información de estos expertos a finales del mes de enero, de los que "no hemos tenido una respuesta, razón por la cual hemos solicitado al propio instituto que sea el órgano que monitorice también a nivel internacional el recabar ese tipo de información", ha señalado. En dicho encuentro, Soria ha descartado detallar si, en caso de cierre, tendría que indemnizar a la empresa Escal (controlada por el grupo ACS) porque "no estamos en esa situación". El Gobierno cesó la actividad del almacenamiento subterráneo de gas Castor, ubicado frente a las costas de Castellón, en septiembre del pasado año después de que se produjeran cientos de pequeños seísmos en la zona. Evolución Aunque la inyección de gas en la plataforma se inició en el mes de junio de 2013, hasta el 5 de septiembre no se registró ningún seísmo. Entre esa fecha y el 15 de octubre se contabilizaron 512 y la magnitud máxima fue de 4.2 grados en la escala Richter. 15 de estos movimientos fueron sentidos por la población. Hasta 1920, el número de seísmos que aparecen en la base de datos del Instituto Geográfico Nacional es de seis. Desde 1920 hasta el 1 de junio de 2013 el número es de 203 y un máximo de 3.3 grados, lo que deja entrever una relación directa entre los seísmos y el Castor.