Regresa al gigante asiático dentro del sector hídrico tras vender en febrero su parte en una desaladora en QingdaoLa empresa sevillana Abengoa ha cerrado un acuerdo con la compañía china de aguas GreenTech para la adquisición de un 25 por ciento del capital de esta última. GreenTech fue fundada en el año 2004 y es una de las firmas de referencia en el sector de depuración y reutilización de agua del mercado asiático. De hecho, según han informado ambas empresas en un comunicado, GreenTech cuenta con un total de 40 plantas repartidas por toda la geografía del país y una capacidad instalada para tratamiento y reutilización de 250.000 metros cúbicos de agua al día. Antes de poder cerrar definitivamente este acuerdo, ambas empresas necesitan el visto bueno del Gobierno chino, previsto para los próximos meses. Gracias a esta operación Abengoa se refuerza en uno de los mercados más florecientes dentro del ámbito de tratamiento y desalación de aguas. Una especialidad considerada estratégica por las autoridades, dada la elevada población con que cuenta el país y la ausencia de recursos hídricos para cubrir la demanda. Frente a este problema, el Gobierno chino, tal y como recogía la revista elEconomista Agua y Medio Ambiente en su edición de marzo, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para la construcción de decenas de desaladoras por todo el país. Una iniciativa para la que ha destinado más de 3.000 millones de euros. Para poder acometer esta ambiciosa iniciativa el país ha contado con la colaboración de las principales empresas de desalación del mundo para contar con su tecnología. Una de estas empresas fue Abengoa, la cual participó en el proyecto piloto de la desaladora de Qingdao. Esta planta, que cuenta con una capacidad desalinizadora de 100.000 metros cúbicos diarios, ha estado operativa desde principios de 2013 y utiliza la tecnología de ósmosis inversa. Como resultado de su participación en este proyecto, Abengoa tenía en propiedad el 92 por ciento de esta planta, porcentaje que hace apenas dos meses decidió vender por 53 millones de euros a su socio en el proyecto, Qingdao Water Group. Una decisión que sorprendió dentro del sector, ya que nadie la esperaba.