La filial Pescafina sale del concurso con el voto del 68,89%Pescanova ha logrado que más del 60 por ciento de los acreedores apoyen el convenio presentado por el denominado G-7 (Sabadell, Popular, Caixabank, NGC Banco, BBVA y UBI Banca) para evitar su liquidación, según han informado fuentes próximas al proceso. Las siete entidades responsables del convenio aglutinan el 30 por ciento del pasivo, pero necesitaban el voto mínimo de un 51 por ciento para sacar adelante el mismo. El juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra amplió el plazo para adherirse a la propuesta hasta ayer a las tres de la tarde. La fecha coincidía con la celebración de la junta de acreedores de la filial Pescafina, en la que han votado a favor del convenio un 68,89 por ciento de los acreedores con derecho a voto, aunque se abre ahora un plazo de diez días para formular eventuales impugnaciones. La aprobación del convenio de Pescafina, en la que Pescanova cuenta con el 95 por ciento del capital, era determinante para la pesquera gallega, teniendo en cuenta que ambos tienen recíprocamente condicionada su eficacia, es decir, si no se aprueba uno, el otro tampoco, aunque tenga las mayorías. La filial más grande de Pescanova, con sede en Madrid, fue declarada en concurso el pasado mes de julio en un procedimiento ligado al de la matriz, al compartir ambas un gran número de acreedores. Sabadell y Popular, al mando Con el apoyo mayoritario al convenio, la banca toma las riendas del grupo y Sabadell, Popular y Caixabank se convierten en los principales accionistas, al ser los que mayor pasivo tienen pendiente con la pesquera, con cerca de 590 millones de euros, tras capitalizar deuda. La banca acreedora ve cumplidas además sus exigencias en Pescanova. Entre ellas, recuperar unos 1.000 millones de euros, frente a los 700 millones de euros que figuraba en la propuesta de Damm y Luxempart y rebajar la quita al 60 por ciento. La deuda se reestructurará en tres tramos distintos: uno de 450 millones de euros, que integra los créditos senior y supersenior; otro de 250 millones, que incluye la deuda junior, y un tercero de 300 millones de deuda suboordinada. Los vencimientos serán de 10 años en el primer caso, de 15 años en el segundo y de 20 en el tercero. Los bancos han acordado inyectar además 150 millones de euros para garantizar la liquidez de la multinacional gallega.