Las ofertas de adquisición suponen 95.000 millones de euros, y todavía podrían llover diez másmadrid. Hagan juego señores, porque esto no ha hecho más que empezar. La ruleta de la fortuna se ha instalado en los bolsillos de las compañías cotizadas españolas y promete seguir dando muchas alegrías a los ahorradores. ¿El motivo? El frenético ritmo comprador que se ha desatado en los últimos meses. Desde enero, se han lanzado 21 ofertas (opas) sobre empresas del parqué español, la mayor cifra desde 1995. Otro dato interesante: todos estos intentos de compra (algunos ya consumados) suman la escalofriante cifra de 95.000 millones de euros.Esta lluvia de opas ha exhibido todas las modalidades posibles: totales, parciales, pactadas, condicionadas, hostiles, amistosas, de exclusión, alemanas, indias... Cada una tiene su apelativo. En algunos casos se han multiplicado las ofertas sobre la misma compañía, como Telepizza, por la que pujaron tres grupos diferentes. Las parciales han servido para reforzar la posición de ACS y Prisa en Fenosa y Sogecable, respectivamentePero todavía pueden llegar muchas oportunidades de ganar dinero. El apetito comprador que están demostrando las empresas es un dieciséis por ciento superior a la media anual que cosecha el parqué español desde 1989, según un estudio elaborado por elEconomista.es con datos de la CNMV. Si las compañías mantienen este ritmo, todavía podrían lanzar otras diez ofertas, que permitirían marcar un nuevo récord. Desde 1993, el mercado español no ha vivido un año tan intenso en operaciones como éste. En aquella ocasión, hubo 32 ofertas, una más de las 31 opas que podrían llegar a alcanzarse en 2006. ¿Cuál será la siguiente en llegar?El ladrillo tiene encantoInmobiliarias y constructoras han sido las reinas indiscutibles de este ejercicio, protagonizando un gran número de opas y salidas a bolsa. En el caso de Parquesol, incluso, se han hecho estos dos ejercicios en apenas tres meses. La inmobiliaria se estrenó en el parqué en mayo y hace tres semanas aceptó una opa amistosa del Grupo San José.El negro estreno bursátil de la inmobiliaria vallisoletana llevó a la familia Fernández-Fermoselle, dueña del 54 por ciento de Parquesol, a decidir vender su compañía, que encajaba como anillo al dedo en la estrategia de San José. La constructora gallega llevaba tiempo preparando su salida a bolsa y los Fernández-Fermoselle les pusieron sobre la mesa esa oportunidad, con el compromiso irrevocable de venderles el 50 por ciento, lo que significa que ninguna compañía, salvo San José, comprará Parquesol.Aunque el ladrillo haya protagonizado el mayor número de operaciones, las opas que más dinero han movido están en otros sectores. La cifra global, 95.000 millones, está engordada por la opa de Mittal sobre Arcelor y las dos sobre Endesa (Gas Natural y E.On).En realidad, la compañía catalana anunció su interés de adquirir la eléctrica a finales de 2005. Pero la oferta formal quedó registrada y recibió el visto bueno del regulador (CNMV) en 2006. Desde entonces, la operación ha pasado por todo tipo de sobresaltos, cambios legislativos, demandas en los tribunales, tirones de orejas europeos y alianzas varias que han convertido esta opa en La Opa.La complejidad de esta operación sólo es comparable con el enrarecido ambiente que se vivió en Arcelor y las encontradas posturas que hay actualmente sobre Metrovacesa. En la primera, entraron en juego cinco países -España, Luxemburgo, Francia, Reino Unido e India- con sus correspondientes legislaciones y los diferentes intereses de sus accionistas. Pero la familia Mittal supo jugar bien sus cartas y llegar a un acuerdo.En Metrovacesa, en cambio, parece imposible acercar posiciones entre la familia Sanahuja y Joaquín Rivero. Cada uno ha lanzado una oferta sobre la mayor inmobiliaria de España. Pero, como en Endesa, su pugna no termina en el parqué. Los Sanahuja han acudido a la Justicia para intentar frenar la opa rival. Además, han lanzado un órdago a la CNMV con una propuesta que intenta esquivar la ley a a través un vacío legal.