Lanzará antes julio una aplicación que convierte el teléfono en tarjeta de créditoSerán tan simple como descargarse una aplicación similar a la de Whatsapp en el móvil desde la tienda de Google, Apple o Android, vincular una cuenta corriente de Bankinter, registrar las tarjetas de crédito y débito que se deseen utilizar y empezar a pagar en tiendas. Y tan intuitivo como es el uso de la popular herramienta de mensajería: el smartphone podrá entrar en interlocución con el terminal del comercio y bastará dar el Ok al llegar a caja para cerrar la compra, si se aprovechan los segundos de espera en cola para seleccionar la tarjeta donde cargar el abono y validarlo. Bankinter cierra los últimos flecos para lanzar en mayo o junio una solución así, que convertirá el móvil en una tarjeta de crédito. Espera una aceptación abrumadora porque sus clientes son activos usuarios de canales no presenciales y disfrutan de teléfonos muy avanzados. "Dependemos de que a los clientes les interese y sus dispositivos tengan la tecnología NFC. Pero creemos que ahora lo tienen aproximadamente el 10 por ciento y, aunque dependemos de cómo crezcan los terminales, estimamos que estarán en el bolsillo del 30 por ciento de nuestros clientes a final de año", calcula Nicolás Moya, director de Innovación de Bankinter. Traducido a censo, implica llegar de manera instantánea a 50.000 de sus 500.000 clientes y a 150.000 a fin de año. "Que podrían utilizarlo porque sus terminales cuenten con la tecnología necesaria -NFC-, no significa que lo usen. Pero tenemos un tipo de cliente que recibe bien las innovaciones. Muchos están deseando probar e, incluso, tienen confianza en que el banco les ofrezca este tipo de aplicativo", detalla. El cliente medio de Bankinter es usuario activo de canales tecnológicos y muchos hacen del teléfono la vía de relación. "De los que se conectan a Internet, que son alrededor del 60 por ciento, la mitad utiliza el móvil al menos una vez al mes", indica. El 10,1 por ciento de las transacciones se ejecutan a través de móviles y el 45,2 en internet, frente al 40 en la sucursal detalla Bankinter en la 'Memoria' de 2013. Bankinter podría ser el primero en dar el paso comercial a un sistema que convierte el teléfono en su tarjeta bancaria al instalar el software. En el mercado abundan planes similares, si bien se encuentran en fase de laboratorio, con pilotos limitados en territorio y usuarios. Muchas entidades, españolas y en otros países, optan por abrir el pago móvil al público en una fase tecnológica intermedia: vía tarjetas sin contacto, que validan las compras con su simple aproximación al terminal lector del comercio. Ayudan a adiestrar al público en el hábito de tirar de teléfono para pagar pero son meras tarjetas adosadas a él en forma de pegatina. Luego tendrán que dar el paso siguiente: convertir el smartphone en la billetera. Para que la futura generación de pagos despegue se precisa una infraestructura que comienza a coger velocidad: más del 30 por ciento de lectores instalados en tiendas (TPV) procesan ya abonos NFC. En la industria se mira con expectación España por la gran viralidad con que se contagia el uso de nuevas herramientas -ocurrió con Facebook o Whastapp- y por las posiciones que están adoptando Bankinter, BBVA, Caixabank ó Santander. La herramienta de Bankinter no va embebida en la SIM. Está construida al margen de las telecos y funciona con todas ellas. Genera una tarjeta virtual que expira tras su uso y permite diez operaciones sin conexión a internet, lo que facilitará las compras en el extranjero sin sufrir el roaming. Para reponerlas bastará una actualización vía internet.