La catalana Grifols empieza a rentabilizar la compra el pasado año de la división diagnóstica del gigante Novartis, por la que pagó 1.675 millones de euros. Gracias a la tecnología que adquirió entonces, la farmacéutica acaba de cerrar un contrato a siete años con la Cruz Roja en Japón para prestarle su técnica de análisis sanguíneo. El valor del contrato alcanza los 274 millones por los siete años. En concreto, la sociedad nipona utilizará la técnica Procleix de Grifols para analizar las donaciones de sangre, con el fin de detectar enfermedades víricas como el VIH y la hepatitis antes de su uso para fines médicos. Tras la adquisición por parte de Grifols de la unidad de análisis de transfusión de sangre de Novartis, el contrato se ha formalizado a través de Novartis Pharma KK, designada para este fin como distribuidor de Grifols en Japón. Cada año, Japón registra unos 5,3 millones de donaciones de sangre, y Grifols facilitará productos y servicios para su análisis. Procleix Panther System fue lanzado al mercado a finales de 2012 y desde entonces ha sido incorporado por más de 60 laboratorios.