madrid. Ya queda menos para que los vehículos de fabricación china hagan su desembarco en nuestros mercados. Al menos es lo que se desprende del anuncio que la sociedad de Nissan con Dongfeng hizo ayer en Pekín, a través del cual se han fijado como objetivo vender más de un millón de vehículos en 2012, lo que supondría un cifra de negocio de más de 9.200 millones de euros. Un hecho que supondría multiplicar por más de dos el volumen registrado el pasado año. Este proyecto pasa básicamente por aumentar la producción para incrementar las entregas y en potenciar la red comercial. En ese caso, sacarán a la luz diez nuevos modelos a lo largo de los próximos diez años, que se comercializarán bajo la denominación de Nissan, así como cinco vehículos comerciales que lo harán bajo el nombre de Nissan y Dongfeng. Por otra parte, habrá de por medio una inversión de algo más de 90 millones de euros para construir una nueva planta de fabricación de vehículos comerciales en Zhengzhou (China) de la que saldrán unos 120.000 vehículos al año. De cualquier forma este acuerdo no sería nada si no se tuviesen en cuenta las exportaciones, uno de los principales objetivos de la economía china en general, y por el que esta joint venture pretende duplicar la tasa de las mismas, pasando de un 5 a un 10 por ciento en los próximos años. El nuevo plan estratégico "pretende también incrementar la calidad de sus productos y establecer un plan de costes competitivo para integrarse en el mercado occidental lo más rápidamente posible.