El grupo, que emplea a 12.000 personas, dice que es "un escenario catástrofico" La banca acreedora de Pescanova se reunió ayer para analizar la nueva propuesta de convenio de acreedores presentada por la empresa gallega al juez que tramita su concurso. Y la conclusión a la que se llegó pasa por rechazar la oferta, instar la liquidación de la compañía e intentar reflotarla posteriormente con un socio industrial. Las entidades agrupadas en el denominado G7 -Sabadell, Popular, NCG Banco, BBVA, Bankia, CaixaBank y el italiano UBI Banca- coinciden en la misma idea, que pasa por una liquidación ordenada del grupo como única vía posible de futuro. El Santander, que formaba parte del mismo grupo, vendió ya los 75 millones de deuda que tenía en la compañía a la firma norteamericana Stifel Financial Corp, con lo que no participa ya en las negociaciones. El juez admitió ayer a trámite la propuesta presentada -lo hizo la propia compañía en nombre de la cervecera catalana Damm y del fondo Luxempart-, por lo que se abre ahora un periodo de 20 días laborales para que los acreedores decidan su adhesión a la misma. Con el asesoramiento de KPMG y Freshfields, los bancos han decidido de forma prácticamente unánime no sumarse, aunque es posible, según admiten fuentes financieras, que alguna de las entidades pudiera finalmente desvincularse de la postura general y dar su apoyo. Plazos El plazo vence el próximo 15 de abril y será entonces cuando se sepa con qué apoyos reales cuenta Damm, que necesita el apoyo al menos de un 51 por ciento de los acreedores. A la espera de lo que pueda pasar, Pricewaterhouse y Lazard trabajan para asesorar a Pescanova mientras que Citi y Garrigues lo hacen para la cervecera. Ayer, el consorcio integrado por Damm y Luxempart avisó a la banca acreedora de Pescanova que es mucho mejor apoyar el convenio que ir a la liquidación y la propia compañía emitió un comunicado en el que asegura que "lo que ahora se produce es la absoluta necesidad de un apoyo de los bancos para que Pescanova pueda seguir desarrollando con normalidad su actividad". En su opinión, "cualquier otro supuesto sería catastrófico, tanto desde el punto de vista económico, como laboral o productivo, al tratarse de una sociedad viva y de gestión compleja que puede sufrir un rápido deterioro". La compañía recuerda que los bancos pueden recuperar hasta un 35 por ciento de la deuda y advierte de que "Pescanova es una de las pocas multinacionales españolas que ocupa a más de 12.000 personas, 1.500 en Galicia". Los bancos no se fían El problema, sin embargo, es que los bancos no se fían de Damm. Según dicen, habían pactado con la catalana una quita del 60 por ciento y finalmente ésta llevó al consejo y presentó al juez otra del 72 por ciento de media. La deuda bancaria ordinaria del holding que se va a crear para integrar el negocio español -Nueva Pescanova- se quedará así con unos 700 millones de euros, frente a los 1.000 millones de euros que exige la banca.