Bertelsmann y Pearson compran el sello literario para cercer en LatinoaméricaPrisa trocea su negocio editorial. La compañía que preside Juan Luis Cebrián anunció ayer la venta de Alfaguara, el negocio literario de Santillana, a la multinacional Penguin Random House, propiedad de Bertelsmann y Pearson, por 72 millones de euros. La operación, que incluye otros 10 sellos literarios como Taurus, Aguilar o Punto de Lectura, se enmarca dentro del plan de la compañía de venta de activos y apuesta por el negocio consolidado: la educación. "Santillana concentrará sus esfuerzos empresariales y de inversión en el área de la educación", sentenció Prisa en un comunicado a la CNMV. "La multinacional ha decidido deshacerse de su negocio literario por cuestiones de eficiencia. Hay una gran incertidumbre en cuanto al futuro de la edición general y la estrategia de la compañía es concentrar esfuerzos en la educación, que es el core business de Santillana", aseguran fuentes cercanas a Prisa. Así, la venta de libros de texto (digital y papel) y los cursos online aportan un 87 por ciento de los ingresos del negocio editorial de Prisa, que en 2013 alcanzaron los 738 millones de euros. En este sentido, la dueña de El País ha asegurado que mantendrá el negocio de la literatura infantil y juvenil, un segmento muy ligado a la educación, ya que se concentra en la edición de libros dirigidos al canal escolar y que se compran por prescripción de los profesores. La operación, que está pendiente de las revisiones y las autorizaciones pertinentes, supone un paso más en el desmembramiento de la joya de la corona de Prisa. No es la primera vez que el grupo hace caja con Santillana, ya que en 2010 vendió el 25 por ciento de la editorial al fondo DLJ South American Partners por 278,6 millones de euros. En este punto, fuentes cercanas a la compañía aseguran que la venta de Alfaguara no se debe mezclar con el plan de desinversión de activos que tiene que ejecutar Prisa en tres años para devolver 1.500 millones de euros a la banca y los fondos buitres entre 2015 y 2016. "La operación no resuelve el tema de la deuda. Sólo hay que ver las magnitudes de la venta", sentencian. En cuanto a los compradores, la incorporación de la firma literaria y demás sellos a la compañía que dirige Markus Dohle no sólo reforzará el negocio editorial de multinacional en España, sino que tiende puentes con América Latina, un mercado donde Bertelsmann, propietaria del 53 por ciento de Penguin Random House, quiere crecer, y donde Santillana tiene una gran presencia y del que obtiene el 80 por ciento de sus ingresos. En este punto, la operación firmada contempla que Penguin Random House Brasil adquiera Objetiva, sello de publicaciones generales de Santillana en Brasil. "La adquisición de Objetiva nos da presencia editorial propia en Brasil, el mayor mercado de América del Sur", sentencia la editora en una nota de prensa, en la que asegura que tras la integración publicará 1.500 títulos al año. Berggruen deja el consejo Mientras Prisa hace caja con Santillana, que a su vez está puesta como garantía en caso de que incumpla alguno de los hitos de la refinanciación, el consejo del grupo de comunicación despide a uno de sus salvadores. Nicolas Berggruen, cabeza del fondo Liberty que rescató a Prisa en 2010 con una inyección de 650 millones, ha dimitido del consejo de la multinacional. El inversor, que mantiene su 3,8 por ciento de la compañía, sigue los pasos del Martin Franklin, otro de los rescatadores, que dejó su sillón en diciembre de 2013.