Los bonistas de Codere han enviado una carta al consejo de administración de la compañía en la que advierten que si la empresa no acepta su oferta de refinanciación se enfrenta a un concurso culpable, lo que implicaría que su principal accionista, la familia Martínez Sampedro, podría ser embargada. En la carta, a la que ha tenido acceso elEconomista, los titulares de los bonos, por un importe total de cerca de 1.000 millones de euros, aseguran que tras la modificación de la ley concursal el pacto es la única alternativa posible al concurso o la liquidación de la empresa y lanzan un claro aviso. El consejo y los accionistas deben actuar ahora para estabilizar y garantizar el futuro de la sociedad o se arriesgan a ser considerados los responsables legales de la insolvencia de la sociedad y la consecuente sustancial destrucción de valor para todos los stakeholders". Los Martínez Sampedro, que tienen una participación del 63,7 por ciento, se han negado hasta ahora al canje de deuda por capital. Sin embargo, en el cambio normativo, el Gobierno ha declarado en la exposición de motivos de la nueva Ley Concursal que la reestructuración de la deuda de sociedades con problemas financieros "es muy preferible frente a que dichas sociedades sean declaradas en concurso", según afirman los bonistas. Así, subrayan que el Ejecutivo ha reconocido en su normativa el papel "fundamental" que juega, antes de la declaración de concurso, la capitalización de deuda, como la propuesta en su oferta, "en el desapalancamiento de sociedades en dificultades financieras, permitiendo proteger los empleos y mantener el valor del negocio". La oferta que los bonistas hicieron a Codere, y que ahora será retocada para ajustarse a la nueva normativa, pasaba por inyectar 400 millones de euros en la compañía y aceptar además una quita, a cambio de quedarse con el 85 por ciento del capital.