El rector más joven de una universidad pública española, la Politécnica de ValenciaFrancisco Mora es el rector más joven de las universidades públicas desde junio de 2013, tras una década volcado en potenciar la innovación de la Politécnica de Valencia desde distintos cargos institucionales. Hace poco anunció que buscaba fórmulas para asegurar el intercambio ante el recorte de las becas Erasmus. ¿Ya las tiene? El recorte de las becas significa que no se reconocen más de seis mensualidades y un gran número de convenios de esta universidad son anuales. Tenemos muchas cátedras de empresa que han permitido unos ingresos de 1,8 millones de euros anuales para actividades docentes y pensamos en un programa similar para esponsorizar becas en Europa. Como las del Santander, que nos esponsoriza becas fuera de la Unión Europea. ¿Cuánto les debe la Generalitat? Hay una deuda reciente, que son las tres últimas mensualidades de 2013, unos 46 millones de euros, y la deuda antigua, que son unos 220 millones. ¿Deben hacer más recortes? Estamos al límite, en el hueso. Al menos en Valencia, no sé en otras comunidades. Aquí hemos pasado de un poco más de 800 millones de subvención ordinaria a las universidades a 669. Esta universidad ha reducido su presupuesto en 40 millones en los últimos dos ejercicios. Lo hemos encajado con el esfuerzo de todos, intentando mantener el nivel, pero eso no es sostenible en el tiempo. Y reducir más es entrar en un terreno peligroso, con riesgo de pérdida de calidad en todos los sentidos. Baja el número de alumnos y nacen universidades privadas. ¿Hacia dónde vamos? En España, al contrario que en otros países, no está muy clarificado lo que es universidad. En Estados Unidos tienes los college, que dan formación universitaria, y luego las universidades, pero se llaman de forma diferente. El college tiene una formación docente muy buena, pero no incorpora investigación, transferencia de tecnología, actividad cultural, patrimonio e innovación, que sí tienen las universidades. Una universidad tiene que tener todas esas dimensiones, y lo que veo es que en algunas privadas esa parte no se atiende, solo está la parte de formación. Se les llama universidad, pero no debería ser así. Son otra cosa, son centros de formación. Sería bueno para todos aclararlo, porque se acabarían muchos recelos. La cuestión no es que sea pública o privada, porque hay universidades privadas muy buenas que dicen esto mismo. ¿Tendrán que suprimir más titulaciones? Nosotros ya empezamos la racionalización de nuestra oferta de títulos con un plan estratégico en 2007, y pasamos de 52 a 38. Antes de poner un grado en marcha pedimos un estudio al Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, una entidad ajena, que nos dice si va a tener demanda. Si no, no lo creamos. No nos lo ha impuesto nadie.