Esfuerzo, tesón y un duro trabajo. Estas son las palabras que han marcado los últimos meses de los participantes en la novena edición del concurso de análisis CFA Spain -con la colaboración de CaixaBank-elEconomista y BME-. De los 15 equipos que comenzaron la andadura -y tras la retirada de tres de ellos durante el proceso-, finalmente fueron 12 las escuelas que presentaron el análisis de la compañía elegida, que en este caso fue Ence. No obstante, sólo seis consiguieron llegar a la fase final, en la que el Instituto de Empresa Business School consiguió alzarse con el primer premio. En esta edición, las escuelas que aspiraban a ganar el concurso al conseguir llegar a la fase de presentación del proyecto fueron IE Business School, Esade, Eada, Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned), Universidad Carlos III y Centro Internacional de Información Financiera. Además de la importancia que supone ganar este concurso para los estudiantes, el hecho cobra aún si cabe mayor relevancia si tenemos en cuenta que esta edición ha supuesto el desempate entre las dos escuelas que más galardones habían conseguido hasta ahora: el Instituto de Empresa Business School y la Universidad Carlos III, hasta ahora empatadas con tres medallas de oro cada una. Con este, el IE tiene ya cuatro metales de oro en su palmarés. En la final, los equipos tenían que exponer un informe tipo sell side, como el que realizan los analistas fundamentales de las casas de inversión: con la propuesta de un caso de inversión, una valoración de la compañía y, finalmente, una recomendación de compra, venta o mantener de la empresa analizada. Además, la presentación debía de ser en inglés, tal y como indica el reglamento del concurso, por el hecho de tratarse del lenguaje internacional. "Aunque la calidad de este idioma no se ha evaluado", indica José María Serrano, portavoz del jurado de este concurso. Una valoración difícil Según los expertos, lo que se tiene en cuenta es la argumentación, los aspectos técnicos y financieros e incluso aspectos formales como hasta qué punto era estética la presentación del trabajo. "Cada parte tiene un peso y con ello se llega a una puntuación, de manera que se trata de ser lo más objetivo posible. Creo que los estudiantes van a ver a los directores financieros y los directores de relaciones con inversiones de las compañías, y me consta que, en esta ocasión, han llegado a hablar incluso con el mismo director general de la compañía. Pero también leen la prensa económica", añade José María Serrano, quien de hecho destaca que los participantes "han estado muy bien informados, dando a conocer en la presentación información de la nueva regulación conocida a través de la prensa últimamente". Pero si hay algo en lo que coinciden todos es en que en el concurso ha habido un altísimo nivel. "Es muy bueno siempre [el nivel]. Creo que las personas que participan en este concurso hacen un esfuerzo extraordinario, dedican 200 horas a ello. ¡Es muchísimo! En aspectos técnicos, están equiparados; lo que les diferencia es más bien el peso de la argumentación, la firmeza a la hora de explicar, la seguridad con la que se muestran y la capacidad para responder preguntas. Incluso hay algunos errores técnicos, pero son muy pequeños", apostilla el portavoz del jurado. 'And the Oscar goes to...' Los ganadores, visiblemente entusiasmados por la noticia, gritaban de emoción cuando Javier Borrachero, presidente de CFA Society Spain, pronunció el nombre de su escuela [IE]. Y es que "ganar este concurso supone tener una confirmación de todo el trabajo duro que hemos hecho detrás", explican los componentes del equipo, que llevan más de dos meses preparando el trabajo. "La parte más difícil ha sido la valoración, sobre todo porque como no tienes todo el conocimiento aprendes a valorar mientras estás haciendo el ejercicio. Es como si tuvieras que diseñar un cohete en primero de ingeniería aeronáutica", apostilla uno de los profesores de esta escuela. Pese a lo paradójico, los ganadores se alzaron con esta calificación a pesar de otorgar un consejo de venta a Ence. "El principal motivo para la recomendación de venta ha sido el cambio de la nueva regulación energética y el impacto en las renovables, a raíz del nuevo decreto ley que se ha aprobado y que daña bastante la valoración de las plantas de biomasa", añaden los estudiantes. Qué supone ganar el premio Además de la publicidad que obtienen los ganadores, con este premio tienen la posibilidad de trabajar con gente del mercado real. Esto es tener una toma de contacto con la profesión a la que quieren dedicarse en un futuro. "Están en contacto directo con la compañía, tienen formación en la parte más práctica porque la universidad se queda en la teoría y es una manera de entrar en contacto con el mundo real", explica Ainhoa Díez Caballero, vicepresidenta de CFA Society Spain y encargada del Research Challenge. Tras esta primera fase del concurso, los ganadores pasan al siguiente nivel -el regional-, que se celebrará durante los días 1 y 2 de abril en Milán. En él, los alumnos del Instituto de Empresa Business School se enfrentarán al resto de escuelas ganadoras del Viejo Continente. Pero sólo podrá quedar una. En caso de que también se proclamasen ganadores, el siguiente paso es la fase global, que tendrá lugar en Singapur el 25 de abril. Aquí se convoca a las mejores escuelas de Europa, Oriente Medio y África. "Los que ganan a nivel mundial son unos champions", afirma Alfonso de Claver, consejero de la Consultoría Independiente y Comunicación de RSC.