Luz verde a los nuevos fondos de capital riesgo que invertirán, como mínimo, el 70% de sus recursos en pymesEl Gobierno quiere que las empresas españolas cambien de hábitos y no solamente llamen a las puertas de los bancos a la hora de buscar financiación. Ahora bien, entre la batería de medidas orientadas a ese propósito, anunciadas ayer por el ministro Luis de Guindos, una de ellas contempla poner coto a una de las vías de obtención de recursos que más estaban creciendo en los últimos años: el micromecenazgo o crowdfunding. Esta actividad se vehicula a través de plataformas, como Verkami o Goteo, que operan en Internet, cuya función es establecer contactos entre personas interesadas en poner en marcha todo tipo de proyectos (empresariales, culturales...) y posibles inversores. La colaboración de éstos, hasta el momento, gozaba de gran libertad: desde aportaciones testimoniales de unos pocos euros a otras de mucha mayor envergadura. Pero, con la norma a la que ayer dio luz verde el Consejo de Ministros la situación cambia. Un solo inversor no podrá desembolsar más de 3.000 euros para un único proyecto y, si colabora en varios a través de una misma plataforma, la aportación tendrá como tope máximo 6.000. En rueda de prensa, el ministro Luis de Guindos aseguró que estas disposiciones obedecen al propósito de actuar en un ámbito en el que, simplemente, "no existe regulación, la desintermediación es completa" y se teme por la seguridad de los inversores ante la falta de transparencia. Además, el titular de Economía considera que su departamento sigue de esta manera el camino emprendido en otros países como Estados Unidos o, incluso, la Comisión Europea está estudiando acciones a este respecto. ¿Sector sentenciado? Sin embargo, fuentes del sector piensan que el Ejecutivo español se está extralimitando hasta el extremo de que corre el riesgo de estrangular aquéllo que precisamente pretende proteger. Desde Comunitae, una de las plataformas de préstamos que más tiempo llevan operando en España, su fundador, Arturo Cervera, opina que "imponer límites de cantidades que se pueden invertir supone coartar libertades para los inversores", al tiempo que peligra la supervivencia del sector. Otras fuentes consultadas dentro de este ámbito son más contundentes y aseguran que el "la razón de ser del crowdfunding se ve completamente desvirtuada y lo van a hacer desaparecer". Esta fórmula de financiación es especialmente utilizada por las empresas que comienzan su andadura. Otro recurso también usual en los primeros pasos de un proyecto suele ser el recurso a las entidades de capital riesgo (ECR, según la nomenclatura técnica) y, con el nuevo anteproyecto de Ley, una nueva especie de este tipo de instrumentos financieros comenzará a operar en España. Se trata delos ECR destinados a las pymes. El propósito es que estos fondos orienten, como mínimo, el 70 por ciento de sus recursos a la financiación de pequeñas y medianas empresas, e incluso puedan colaborar en la gestión de las mismas. Para ello, las nuevas ECR estarán sujetas a un régimen financiero que no será tan rígido como el que habitualmente rige sobre los fondos de capital riesgo. Además de crear nuevos instrumentos, Economía demostró ayer su propósito de potenciar otros que ya existen desden hace años como es el Mercado Alternativo Bursátil, es decir, la bolsa en miniatura destinada a pymes. Este instrumento, por sí solo, no se ha demostrado en absoluto exitoso en su corta vida. Algunas de las empresas que han cotizado en él estuvieron lejos de atraer el interés de los inversores, debido a las irregularidades contables que arrastraban y acabaron desapareciendo. Otras, como Zinkia, aún no lo han hecho, pero se encuentran en plena suspensión de pagos. Por ello, desde Economía han optado por reforzar los vínculos entre el MAB y la verdadera bolsa, de la manera que la transición entre ambos mercados resulte más sencilla. Todo por evitar la quiebra El Ministerio, además, asegura que no quita el ojo a las empresas que ya obtuvieron financiación en su momento pero ahora se encuentran ahogadas por las deudas. De acuerdo con De Guindos, las hay entre ellas que son viables, a pesar de la gran cantidad de pasivo acumulado, y merece la pena evitar su quiebra. A ello se va a destinar un anteproyecto de Ley que se aprobará dentro de una semana, en el próximo Consejo de Ministros, en el que se facilitarán los mecanismos para que se produzcan quitas o aplazamientos de pagos cuando aún hay tiempo, es decir, en el momento en el que la empresa ha entrado en preconcurso de acreedores y todavía puede evitar la quiebra. Ahora bien, Economía no quiere que los acreedores y la banca se asusten ante estos movimientos. Para ello, se cambiará la ley de acuerdo con la cual las entidades financieras tendrán que provisionar los créditos que se refinancien. Los criterios serámás suaves, de acuerdo con Economía, ahora que se considera que el sector está saneado tras el cierre del rescate financiero puesto en marcha por la troika. Eso sí, en caso de que una empresa y una entidad financiera no alcancen acuerdos, y esta última quiera restringir la financiación que concede a la compañía "en más de un tercio", Economía quiere minizar el impacto sobre la pyme. Con ese propósito el banco tendrá que hacer constar su objetivo con tres meses de antelación y, además, tendrá que facilitar a su cliente todo su historial financiero, para que pueda encontrar con facilidad una alternativa.