Se puede pasar de no tener que pagar nada a soportar una tasa del 4,5 por cientomadrid. En verano las tarjetas echan humo. Cuando la gente se desplaza a su lugar de vacaciones se hacen más gastos y, por ello, la retirada de dinero en efectivo de los cajeros automáticos se dispara. Según datos de BBVA, durante el mes de agosto las tarjetas emitidas en España casi duplican su facturación en hoteles, mientras se incrementa un 48 por ciento en viajes. Los porcentajes indican qué gastos importantes son más frecuentes en verano. ¿Y los habituales? Es decir, la de acudir al cajero para obtener efectivo y la de pagar en los comercios. Según el estudio de BBVA, el gasto en comercios, sobre todo de alimentación, disminuye un 21 por ciento, mientras que en dispensadores autómaticos de dinero la facturación sube un 15 por ciento. La cifra baja al 4 por ciento de incremento si se trata de tarjetas emitidas en el extranjero. Esta diferencia se atribuye a que los extranjeros están más acostumbrados a realizar pagos con dinero de plástico que los españoles, aunque también hay que tener en cuenta que las comisiones suben cuando se cambia de país y eso retrae la utilización de los cajeros.Elegir bien el cajero¿Pero qué pasa si no se sale del país? Pues que aunque los precios que aplican las entidades financieras no cambian, las comisiones pueden provocar más de un susto. La razón es simple. Cuando nos desplazamos fuera de nuestra residencia habitual se tiende a sacar dinero del cajero más próximo. No siempre se conoce dónde se encuentra la sucursal de la entidad que emite la tarjeta, o puede que ni siquiera, en las entidades de menor tamaño, exista oficina en la población de veraneo. Descuidarse en la elección del cajero tiene consecuencias para el bolsillo, ya que puede significar pasar de no tener que soportar ninguna comisión a tener que pagar cuatro, cinco o seis euros por una sola disposición en efectivo.La primera elección para no tener que pagar de más es buscar un cajero del banco o caja que haya emitido la tarjeta. Ninguna entidad cobra por sacar dinero de sus propios cajeros (excepto algunos bancos en aquellos que están instalados fuera de sus sucursales).Si no hay ninguna oficina, lo que hay que buscar es una entidad que pertenezca al mismo sistema de pago. Si nuestra entidad pertenece a Euro 6000, por ejemplo, hay que procurar sacar dinero de los cajeros de esa red. En ese caso se aplica comisión, pero no es tan cara como si se utilizan otros cajeros. Lo habitual es que la entidad financiera aplique una tasa de entre 0,5 y 0,6 euros por operación, independientemente de la cantidad que se retire.Hasta un 4,5% de comisiónLa cosa se complica más para el bolsillo si se acude, por obligación o por despiste, a una sucursal bancaria que pertenece a otro sistema de pago. Si la entidad de la tarjeta pertenece a 4B, la mejor opción es Euro 6000 y viceversa, ya que cobran prácticamente lo mismo que si de su red se tratara. Si la tarjeta pertenece a Servired, no hay una alternativa mejor que la otra. Si se acude a Servired, desde 4B o Euro 6000, o al revés, prepárese para soportar comisiones nada usuales. Si una tarjeta de Servired se utiliza en algún cajero de los otros dos sistemas, se tendrá que pagar un mínimo de entre 2,4 euros a 3 euros por cada disposición de efectivo, por muy pequeña que sea la cantidad de dinero que se extraiga. Pero eso es el mínimo, para cantidades mayores se aplica un porcentaje sobre el efectivo retirado, que va, según las diferentes tarifas que aplican las entidades, de un 3 a un 4,5 por ciento, es decir, que si se retiran 200 euros la comisión puede llegar a 9 euros.Si la tarjeta pertenece a 4B o a Euro 6000, las tasas que aplicarán serán parecidas al caso anterior. Las comisiones mínimas se sitúan entre 2,10 euros y 3 euros y el porcentaje sobre la cantidad de dinero extraída, entre 2,5 por ciento y 4,5 por ciento. Comisiones ceroPero no estamos condenados, irremediablemente, a recibir esas tasas por el uso de cajeros en nuestros desplazamientos veraniegos. En algunas entidades se aplican tarifas planas o comisiones cero que excluyen de todo pago, entre otros servicios, la disposición de efectivo en cajeros automáticos.En algunas entidades basta con tener domiciliada la nómina o algún otro producto para beneficiarse de la rebaja o eliminación de las comisiones más frecuentes. En otras, la decisión de cobrar en cajeros del mismo sistema se matiza si la red de cajeros propia no es muy extensa. Es el caso del Barclays, que acompañó el anuncio de empezar a cobrar 0,5 euros en cajeros Servired con la decisión de renunciar a esa tasa en las primeras cuatro disposiciones en efectivo y también, si en la población no había sucursales del banco.Tampoco hay que olvidar que los cajeros automáticos están obligados a explicar al usuario qué comisiones se le van a aplicar por la operación que realiza. Si no estamos de acuerdo con el precio que se explica en la pantalla lo único que hay que hacer es anular la extracción de efectivo.