Los administradores concursales piden paciencia porque el procedimiento podría alargarseLa investigación se plantea recurrir a expertos estadísticos para contabilizar las series de sellos madrid. Conocer los activos que poseen exactamente Afinsa y Fórum Filatélico no va a ser nada fácil. Los administradores concursales (que están llevando adelante la suspensión de pagos de las empresas) recomiendan paciencia, porque el proceso será largo. Las previsiones apuntan a que la valoración de los activos sin los sellos esté lista en cinco o seis meses. La de los sellos puede, sin embargo, prolongarse bastante más tiempo.Aunque en el caso de Fórum Filatélico, el procedimiento va un poco más adelantado (ya que la suspensión de pagos se decretó el 26 de mayo, 20 días antes que en Afinsa), no es probable que el dictamen que deben entregar los administradores concursales esté listo antes de cinco meses. Las dos empresas tienen al día sus archivos y la contabilización de sus clientes, por lo que ponerse en contacto con los afectados para comunicarles los pasos a seguir y conocer sus créditos no será problema. Lo verdaderamente complicado es tasar los cientos de miles de sellos, que fuentes de la investigación cifran en unos 100 millones de ejemplares en Afinsa y unos 130 millones en Fórum. Es decir, más de 200 millones de valores filatélicos entre las dos empresas. Aunque se encontrara un experto capaz de valorar estampas de cualquier parte del mundo, cosa cada vez más improbable, sería una tarea titánica, ya que duraría años analizar uno por uno los sellos y adjudicarles un valor conforme a mercado.Fuentes próximas a los administradores concursales aseguran que estos se plantean recurrir a expertos estadísticos y programas matemáticos para contabilizar las series de sellos. Si finalmente se impone esa opción, no será posible determinar el precio de mercado, sino sólo establecer un valor "razonable", según reconocen fuentes cercanas a este proceso.Los expertos estadísticos deberán aplicar un programa informático en las empresas que, aunque tiene poco margen de error, dará un valor aproximado, no exacto. De momento, la única referencia a una presunta filatelia falsa es la de la querella de Anticorrupción, que asegura que los directivos imputados "consiguieron importantes aportaciones de parte de personas a las que se entregaron lotes de sellos sumamente sobrevalorados, cuando no falsos". La inspección de la Agencia Tributaria que motivó la querella de la Fiscalía habla también de una serie de sellos falsos procedentes de Chipre. Serán los administradores quienes tengan que determinar si es cierto o no, y, en caso afirmativo, establecer cuánto valen.Calcular los activosCuando la pieza fundamental del valor de los sellos esté ya establecida, será posible determinar el activo de ambas empresas. A partir de ahí, si los antiguos administradores no se oponen a la valoración, se abren dos vías: o bien que se presente un convenio de acreedores (a cinco años y con el 50 por ciento de quita), o bien, si no hay convenio, que se produzca la liquidación de las empresas. En ese caso, se vendería el activo y se repartiría entre los clientes.De cualquiera de las dos formas, los clientes serán los últimos que cobren. Esto es así porque la Ley determina que, en un concurso de acreedores, los primeros en recibir los pagos son los empleados, en segundo lugar Hacienda, luego las entidades financieras y finalmente los clientes.Entre los acreedores, por el momento, han aparecido pocas entidades financieras. En las dos empresas filatélicas está Banesto con deudas hipotecarias. Además, en Afinsa está Banco Santander, La Caixa y BBVA, pero con deudas pequeñas, según fuentes cercanas al proceso abierto.Tres años Con todo, el proceso se puede alargar durante varios años, según fuentes de la investigación. Los clientes no cobrarán hasta dentro de tres años como mínimo, contando con que todo vaya según los cauces previstos por la Ley.En realidad, los plazos no los pueden establecer ni siquiera los administradores concursales. La nueva norma, que casi está por estrenar, no tenía previsto un proceso tan grande, con tantos afectados, y que nadie sabe cómo terminará. Lo que quieren dejar muy claro los administradores es que todo se hará con gran profesionalidad y teniendo en cuenta la Ley.No será hasta septiembre cuando los clientes empiecen a recibir cartas de los administradores explicándoles el proceso y comunicándoles cómo se pueden poner en contacto con el juzgado para comunicar sus créditos. La idea que tienen los administradores es redactar cartas muy claras, para que todos los afectados en este caso puedan entenderlas, y que los clientes tengan, de esta forma, la posibilidad de contestar y comunicar sus créditos.