La petrolera venderá los bonos en dos años y el 12% del capital que aún mantiene en YPF Brufau se baja su retribución un 5% y renuncia a hacer aportaciones a su plan de pensionesRepsol ha intentado la paz y "mejorar la relación" con Pemex, quien públicamente se ha mostrado en contra de la gestión del grupo. La petrolera española ha ofrecido fórmulas de cooperación e incluso reactivar la alianza industrial sellada en enero de 2012, con la que la compañía mexicana salvó los muebles tras el fallido intento de asalto a la gestión del grupo de la mano de Sacyr y bajo la batuta de Luis del Rivero. Bajo esta alianza, Pemex se comprometía a una estabilidad en el accionariado, a promover las oportunidades de negocio que puedan resultar de interés mutuo y a apoyar el plan estratégico y la estructura actual de gobierno de Repsol. El grupo mexicano ansiaba, por otro lado, el brazo inversor y la tecnología de la petrolera española para desarrollar el mercado energético del país azteca. Sin embargo, la expropiación de YPF, junto a las críticas y datos erróneos dispensados desde Pemex, han postergado esta alianza, algo que el grupo mexicano ha criticado abiertamente. Una vez cerrado el capítulo de YPF (con una solución negociada, tal como se reclamaba desde México), Repsol se dispuso el pasado martes a estrechar las relaciones con este accionista, que tiene un 9,5 por ciento del capital, tal como explicó ayer el presidente de Repsol, Antonio Brufau, con motivo de la conferencia ante analistas por los resultados anuales. El directivo se negó a abundar más sobre las negativas relaciones con Pemex. "No me corresponde a mí responder sobre Pemex", señaló. Y es que Repsol se dirigió directamente al representante de Pemex en el consejo de administración y Brufau le ofreció "analizar todas las oportunidades para cooperar", después de que en noviembre este consejero votara en contra de la gestión del grupo. Pero una vez más y a pesar del tono amable de Repsol, el consejero mexicano Arturo Henríquez sacó toda la artillería. Pemex votó en contra de reforzar los estatutos para impedir una segregación de los negocios. La petrolera estatal mexicana se retrató así sobre sus verdaderas intenciones. En un principio negó que estuviera promoviendo, a través de hilos políticos, separar del resto del negocio el área de exploración y producción, con el objetivo de tener un mayor control sobre ella. Sobre el acuerdo alcanzado con Argentina por la expropiación de YPF, la petrolera prevé colocar en dos años los bonos acordados con la Casa Rosada por valor de 5.000 millones de dólares. En este periodo, el grupo también ingresará un interés medio del 8,7 por ciento. Asimismo, y una vez cerrado el conflicto, el grupo se declara "libre" para vender el 12 por ciento que aún mantiene en YPF y que actualmente tiene un valor de mercado de 1.000 millones de euros. Futura inversión para crecer Teniendo en cuenta los bonos y la venta de ese 12 por ciento, Repsol podría obtener unos 5.000 millones de euros, que destinará a alguna adquisición para crecer en el área de exploración y producción. Así, el grupo dejó aparcada la opción de ofrecer un dividendo extraordinario por "prudencia financiera", mientras no se hagan líquidos los bonos comprometidos. En cuanto a la posible venta de Gas Natural Fenosa, donde cuenta con un 30 por ciento, Brufau volvió a insistir en que sería una oportunidad sólo en caso de que la compañía encontrara una clara oportunidad de inversión y necesitara fondos. "Tenemos una buena posición de liquidez y tenemos las acciones de Gas Natural", apuntó Brufau. Por lo pronto, el grupo prevé invertir 3.600 millones de euros este año a través de crecimiento orgánico, sobre todo en el área de exploración y producción (ver gráfico). Preguntado sobre sus relaciones con Argentina y sobre si se presenta de nuevo como un foco de inversión, Brufau afirmó que no se plantea "volver a este país en unos años". No obstante, le deseó lo mejor a esta nación y confió en que el acuerdo le abrirá los mercados internacionales. El presidente de Repsol insistió en las bonanzas del acuerdo y resaltó que el grupo está protegido frente a un default y al margen de la situación en Argentina. El valor nominal está garantizado a pesar de la evolución de los bonos y, en caso de desplome, la Casa Rosada elevará la indemnización en 1.000 millones más. Tras la crisis del peso argentino, los bonos del país cotizan con un descuento del 15 por ciento. La cotización que se tendrá en cuenta será la de los 90 días previos a la liquidación (probablemente a finales de abril). Posible mejora del 'rating' Tras la firma del acuerdo y el cierre de la venta de los activos de gas natural licuado con fuertes plusvalías, Brufau confió en que se produzca una mejora del rating. Diversos informes de analistas valoraron ayer muy positivamente el acuerdo porque ha arrojado un resultado mejor de lo esperado. Y es que se trata de la primera expropiación en la que Argentina acuerda pagar. Por otro lado, la compañía dio ayer a conocer su informe de retribuciones, donde consta que Brufau recibió 4,9 millones de euros en 2013, lo que supone un recorte del 5 por ciento con respecto al ejercicio anterior. Cabe recordar que esta cantidad es casi la mitad que lo que había denunciado Pemex, cuando criticó la retribución del primer ejecutivo de Repsol en el Parlamento mexicano. Brufau también recibió una aportación a sistemas de ahorro durante el ejercicio por valor de 494.000 euros, frente a los 2,4 millones recibidos por este mismo concepto en el ejercicio anterior. Por último, el presidente de Repsol ha rechazado continuar haciendo aportaciones a su plan de pensiones, porque ya ha cumplido los 65 años. Junto a esto, se han limitado a sólo dos anualidades las indemnizaciones por cese para cualquier nuevo consejero ejecutivo que pueda nombrarse a futuro.