La entidad comprará una parte de la cartera crediticia actual del fabricante de automóvilesEl acuerdo permitirá al grupo francés evitar su dependencia a los avales públicos para operar El Santander anunció ayer una alianza estratégica con PSA Peugeot Citroën para financiar la compra de sus automóviles. El acuerdo, que se negociará en los próximos meses, permitirá al grupo español reforzar su posición en Europa y entrar en algunos países del Viejo Continente, como Francia o Suiza. La financiera de consumo del banco, según los términos de las conversaciones, facilitará los créditos nuevos para los clientes del fabricante de automóviles en dichos mercados a partir del segundo semestre de 2015, cuando está previsto que se cierren la operación. En algunos países, que ninguno de los socios precisó ayer, se contempla la adquisición de parte de la cartera de préstamos que tiene concedidos Banque PSA Finance, filial de consumo de la multinacional francesa. Sociedades conjuntas El proyecto se instrumentalizará a través de la creación de sociedades conjuntas en los distintos mercados locales, de las que cada uno controlará el 50 por ciento. La alianza permitirá acelerar el saneamiento del grupo galo y se enmarca en un plan mucho más amplio para recapitalizarse y poder obtener liquidez. Peugeot dará entrada en su capital al chino Dongfeng y al Estado francés, que tomarán un 14 por ciento cada uno tras inyectar 3.000 millones. El acuerdo con el Santander aliviará la dependencia de la financiera del fabricante de coches al Gobierno galo, ya que podrá volver al mercado mayorista de manera independiente sin la necesidad de recurrir a las garantías estatales. En 2012, tuvo que reclamar al Estado unos avales de 7.000 millones para poder continuar con su actividad. Confía en que pueda restablecer una situación de normalidad en los próximos cuatro años, recuperando unos 1.500 millones. Recientemente, en paralelo, ha suscrito una póliza de crédito con una decena de bancos por importe de 2.700 millones, que podría disponer para mantener a flote su actividad. La entidad de Peugeot opera en 23 países. La alianza con el Santander se desarrollará en sus principales mercados, donde tiene el 90 por ciento del negocio. En concreto, se materializará en Francia, Alemania, España, Reino Unido, Suiza, Italia, Bélgica, Holanda, Portugal, Austria y Polonia. En la actualidad, según los datos presentados ayer, la financiera del constructor automovilístico cuenta con un volumen de préstamos superior a los 21.000 millones. El ejercicio pasado, otorgó créditos para la compra de 731.000 vehículos, la mayor parte de ellos nuevos, casi un tercio del total de ventas. Vuelta al mercado galo Cerca de un 40 por ciento de esta actividad provino de Francia, donde Santander Consumer podrá operar después de su intento fallido. Cerró sus operaciones en 2009. La entidad española también le reforzará en otros países donde cuenta ya con una presencia relevantes, como Noruega o Alemania. La filial del grupo cántabro que dirige Magda Salarich -que hasta su incorporación llevó las riendas de Citroën en nuestro país-, tiene concedidos 58.000 millones de euros de préstamos en Europa continental, donde financia además de automóviles, electrodomésticos y muebles, entre otros productos. El beneficio de Santander Consumer en el Viejo Continente aumentó un 10 por ciento por el control de los costes y las menores provisiones, hasta los 794 millones de euros. Si se incluye la actividad de este segmento en el Reino Unido, la cuantía alcanza los 895 millones. El banco que preside Emilio Botín pretende, con Peugeot, replicar el modelo establecido en Estados Unidos, donde su franquicia de consumo estableció un acuerdo estratégico con Chrysler, primer grupo automovilístico del país. Esta alianza le ha permitido mejorar sustancialmente la base de negocio, las ganancias y las perspectivas de futuro. Además, ha facilitado la aceleración de la salida a bolsa de esta división a mediados del pasado mes de enero en Wall Street. Entonces, se desprendió de un 4 por ciento de esta franquicia y varios fondos de inversión, otro 20 por ciento. Peugeot ha tenido que recurrir tanto a Santander como al chino Dongfeng para salvar la difícil situación por la que atraviesa y volver a la normalidad. La ampliación de capital en la matriz, en la que participará la firma asiática, obligará a la familia Peugeot a perder el control. Diluirán del 25 por ciento actual al 14 por ciento en la nueva estructura, el mismo porcentaje que ostentarán tanto la compañía china como el Estado francés. Los tres socios se han comprometido a mantener la paridad durante los próximos diez años. Pérdidas y nuevo presidente Los cambios afectan también al presidente de la compañía, Phillipe Varin, que deja su cargo en favor de Carlos Tavares, que fue número dos de su competidor director Renault. Varin abandona el fabricante de automóviles con unas pérdidas de 2.317 millones de euros, menos de la mitad que el ejercicio anterior. En 2012, el grupo Peugeot sufrió números rojos de 5.008 millones. Para poder reequilibrar su patrimonio, la firma automovilística ofrecerá además a sus actuales accionistas 750 millones de euros en bonos convertibles.