La compañía ha perdido un millón de clientes y ya se habla de que Uwe Ricke dejaría la presidencia el próximo año berlín. La compañía Deutsche Telekom se plantea ampliar sus planes de recorte de plantilla y reducir sus tarifas, a la vista de los decepcionantes resultados durante el primer semestre de este año. La pérdida de hasta un millón de clientes de telefonía fija hace peligrar al parecer el cargo del presidente Kai Uwe Ricke a largo plazo.En declaraciones al semanario Focus, Ricke admite que la reducción de puestos de trabajo podría continuar hasta 2009, es decir, más allá de los planes presentados hasta ahora. La primera compañía telefónica europea pretendía eliminar 32.000 empleos hasta finales de 2008, pero la pérdida de terreno frente a la competencia podría llevar a una extensión de los recortes. Deutsche Telekom se vio obligada la semana pasada a corregir a la baja sus pronósticos de beneficios para este año y el próximo tras dar a conocer los resultados de los primeros seis meses de 2006. Los beneficios netos en la primera mitad del año cayeron hasta los 2.151 millones de euros, un 6,5 por ciento menos que en el mismo periodo de 2005, lo que provocó un descalabro de sus acciones de la Bolsa de Francfort. Ahora Klaus Uwe Ricke, que esta semana viaja a Londres y Nueva York para convencer a los inversores sobre su estrategia, está dispuesto a pelear y recuerda que ha superado fases peores. "La Deutsche Telekom se convertirá en el operador líder en Europa una vez que presente la nueva estructura de tarifas en otoño", aseguraba en una entrevista publicada por el dominical Frankfurter Sonntagszeitung. El presidente adelanta una atractiva bajada de los precios en la telefonía móvil y las tarifas planas. Aún así, según el Süddeutsche Zeitung es posible que Ricke no consiga renovar como presidente más allá de noviembre de 2007. El diario de Múnich alude a contactos confidenciales entre el Gobierno alemán, que mantiene el 32 por ciento de las participaciones de Deutsche Telekom, y otros accionistas para analizar la idoneidad de Ricke al frente de la compañía. En todo caso, el presidente asegura que "la relación con el Ejecutivo alemán es buena".