El sistema operativo Android, propiedad de Google, puede seguir operando con absoluta normalidad, aunque la amenaza sobre sus posible posición de dominio pende sobre su cabeza. El comisario europeo de la Competencia, Joaquín Almunia, señaló ayer que sus servicios no han decidido todavía si se abre una investigación formal contra Android por sus posibles interferencias en el mercado de los dispositivos móviles. En una entrevista publicada ayer por Le Monde, Almunia confirmó que sus servicios han recibido denuncias sobre infracciones a la normativa de la competencia supuestamente cometidas por Android. En cualquier caso, afirmó que "la decisión formal de abrir una investigación no se ha tomado todavía" y que la cuestión que hay que determinar es si la existencia de Android supone una barrera de entrada a otros competidores en ese mercado.