El tipo cae del 2,83% al 1,51% en el año del fin de la guerra para captar ahorrosNunca antes se retribuyó más bajo el ahorro colocado en depósitos bancarios. El interés medio ofrecido por la banca para captar dinero fresco a plazo se deslizó al 1,51 por ciento a finales del pasado año, casi la mitad del 2,83 por ciento registrado un año atrás, cuando en pleno rebrote de la guerra del pasivo el Banco de España puso fin a un extratipo que amenazaba la solvencia de las entidades a través del prolongado deterioro de sus márgenes. La tasa podría desinflarse, incluso, más. Sería el movimiento natural si el Banco Central Europeo (BCE) decide un recorte adicional en la tasa de interés rectora, situada desde el pasado noviembre en el mínimo histórico del 0,25 por ciento, para alejar el fantasma de la deflación. En segundo término, la prioridad número uno de las entidades es recuperar la rentabilidad con lo que eso significa de abaratar el pasivo al tiempo que se reactiva un crédito aún moderado. Nuevos descensos En la presentación de resultados Santander reveló que el diferencial aplicado en el pasivo de clientes descendió del 1,44 al 0,20 por ciento durante 2013. El Sabadell detallo que su coste con recursos de clientes -incluye el euríbor- cayó del 2,08 al 1,65 por ciento; mientras que en el Popular cayó del 3,37 al 1,60 por ciento en la nueva producción. Abaratar el pasivo es una estrategia, en apariencia factible, porque ha desaparecido la presión para captar fondos de clientes a cualquier precio gracias a la apertura de los mercados. BBVA y Santander han colocado 1.000 millones cada uno con los cupones más económicos de su historia (al 2,375 por ciento en deuda senior a cinco años y 1,463 por ciento a bonos al mismo plazo, respectivamente). Hasta las nacionalizadas Bankia y BMN vendieron, con fuerte demanda distintas clases de emisiones al 3,610 y 3,150 por ciento, respectivamente. Nada que ver con el ecosistema que incubó la guerra del depósito. La inesperada quiebra de Lehman Brothers cerró a cal y canto los mercados y convirtió el ahorro de clientes doméstico en una fuente principal para cubrir las abultadas necesidades de liquidez. La urgencia por captar fondos disparó al 5,041 por ciento el tipo medio ofrecido en depósitos en octubre de 2008. A finales del pasado diciembre, la rentabilidad era del 1,51 por ciento para dinero nuevo procedente de familias y el 1,31 por ciento si el cliente era empresa. Por tramos, la tasa para las imposiciones a un año o menos han descendido al 1,26 por ciento desde el 2,97 con que despidió el ejercicio 2012; y en más de dos años se han mantenido casi inalterado (del 1,96 al 1,84 por ciento). La retribución de los saldos totales se ha reducido desde el 2,72 al 2,08 por ciento en el mismo periodo. Se sitúan por debajo de las referencias aconsejadas por el Banco de España: del 1,75 por ciento en imposiciones a un año, al 2,25 hasta dos años y el 2,75 en plazos superiores. Todas las entidades nacionales se plegaron a la regla, tras avisar el supervisor que exigiría más capital de incumplirla. Al margen se quedó la banca extranjera, ajena a su control, aunque ha abaratado los productos aprovechando la relajación de la competencia. Según el comparador Bankimia, las ofertas más agresivas las mantienen el Banco Espirito Santo, con un depósito al 2,50 por ciento a un año y un día para aportaciones desde 50.000 euros, y Banco Finantia Sofinloc, con el 2,45 para un año y un mes.